El presidente argentino, Javier Milei, hace un gesto durante el festival político Atreju, organizado por el partido de derecha Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia) de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, en Roma, Italia.

El presidente argentino, Javier Milei, hace un gesto durante el festival político Atreju, organizado por el partido de derecha Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia) de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, en Roma, Italia.

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Milei rebaja a 18 años la edad mínima para la libre portación de armas en Argentina: "Habrá menos delitos"

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"Los Estados que tienen libre portación de armas tienen muchos menos delitos". Sin datos ni pruebas en la mano, esta afirmación la profería Javier Milei durante su campaña electoral. Explicaba, además, que "si prohíbes el uso de armas, los delincuentes las usan igual". Por eso, concluía, "estoy a favor de la libre portación de armas".

Ahora que lleva un año en la Casa Rosada, el presidente argentino ha empezado a cumplir con su promesa. Hace apenas unos días, rebajó de 21 a 18 años la edad mínima para que los ciudadanos puedan comprar armas de fuego y sean "legítimos usuarios". Es decir, que 1,5 millones de jóvenes argentinos entre esas edades ya pueden tener sus propias pistolas.

La decisión de Milei, que a finales del mes pasado planteó a los ultras globales organizar "una internacional derechista", resulta coherente con su agenda anti progresista. Además, sintoniza con la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos, lobby con el que compartió espacio en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) organizada por Donald Trump.

Aquellos jóvenes que quieran armarse deben cumplir con algunos requisitos, como "no presentar anormalidades físicas o psíquicas" que impidan portar y usar pistolas, revólveres, rifles o escopetas, sin distinción de tipos y calibres. Además, deben "documentar probadamente la identidad, que se cuenta con un domicilio real y que dispone de medios de vida lícitos".

850.000 armas inscritas

Esta desregulación del mercado de armas ha sido resuelta mediante un decreto presidencial –número 1081/2024–, de manera que el asunto ha esquivado el Congreso y el Senado, donde de haberse debatido un proyecto de ley al respecto, según los especialistas, probablemente no habría reunido los votos necesarios para su aprobación.

El argumento de Milei para justificar más armas en las calles ha sido la desactualización de la ley con respecto al código civil. La primera exigía 21 años de edad mínima para adquirir un revólver, mientras que el segundo proclama los 18 años como mayoría de edad. Por ello, el presidente ha decidido igualar las edades a la baja.

El titular de la en la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), Juan Pablo Allan, ha explicado a EL ESPAÑOL que en Argentina "hay 850.000 armas en poder de ciudadanos e inscritas en el organismo". No obstante, el experto estima que "deben existir otras 850.000 sin declarar, no registradas".

Hoy por hoy, Argentina cuenta con cuatro fábricas de armas. Las pistolas más vendidas son marca Bersa, versiones 22 y .380 milímetros, de producción nacional y de menor precio. De hecho, en 2016 el fiscal Alberto Nisman, según la justicia, se suicidó con una Bersa. Y en 2022 la expresidenta Cristina Kirchner tuvo una Bersa frente a su rostro durante un frustrado magnicidio perpetrado por el sicario Fernando Sabag Montiel.

La otra marca elegida por los amantes de las armas, especialmente los más sofisticados, son las pistolas marca Glock, calibres 9 y .380 milímetros, importadas de Israel, con cuyo gobierno del presidente Benjamin Netanyahu, el mandatario argentino ha establecido una alianza estratégica junto a los Estados Unidos.

La inseguridad ciudadana

La inseguridad ciudadana lleva tiempo al tope de las principales preocupaciones de los argentinos, según todas las encuestas. El país tiene una tasa de homicidios dolosos de 4,2 casos por cada 100.000 habitantes, relativamente baja en comparación con las de Brasil, Colombia, Perú y otras naciones de Latinoamérica.

Sin embargo, Rosario, la tercera ciudad más poblada, es conocida como "la Sinaloa argentina" debido a que los asesinatos quintuplican la media nacional y trepan a 22 por cada 100.000 habitantes. En 2022 hubo 287 homicidios dolosos en la vía pública y el 84% fueron por arma de fuego.

En ese contexto, la liberalización de la venta de armamento en las tiendas de caza –no en supermercados– ha desatado reacciones, en su mayoría adversas, por el temor a una escalada de robos violentos y homicidios. Así como también a los suicidios juveniles, un problema en alza: 38% son con armas de fuego.

El Presidente de Argentina, Javier Milei, asiste a la Cumbre del Mercosur en Montevideo, Uruguay, el 6 de diciembre de 2024.

El Presidente de Argentina, Javier Milei, asiste a la Cumbre del Mercosur en Montevideo, Uruguay, el 6 de diciembre de 2024. Reuters

A pesar de ello, el funcionario jefe del área, Allan, intenta transmitir confianza y seguridad. "No creemos que se potencie el delito para nada, porque la edad mínima es uno de los tantos requisitos que exige la ley desde hace 50 años en Argentina, que es muy exigente y fue modelo y pionera en Latinoamérica".

"Para nosotros es al revés: cuantos más legítimos usuarios haya, menos mercado ilegal va a haber", sostiene y considera que "la estadística demuestra que el legítimo usuario toma conciencia de lo importante que es estar dentro de la ley, transmite un mensaje de responsabilidad hacia los que no están a Derecho".

"Una mala iniciativa", según los expertos

En cambio, Marisa Graham, defensora de la Niñez y Adolescencia opina ante EL ESPAÑOL que "es una muy mala iniciativa porque arma más a la sociedad en vez de desarmar". En este sentido, la experta explica que el 21% de los feminicidios fueron perpetrados con armas de fuego. "Un padre mató a su propio hijo en casa creyendo que era un ladrón y un abuelo mató a su nieto por el mismo error", detalla. 

A contramano de la justificación de que a los 18 años ya se es mayor de edad, la defensora replica que "los jóvenes tienen derecho a recibir alimentos (una pensión) de sus progenitores hasta los 21 años y hasta los 25 si estudia y no trabaja", por lo que, agrega, "la sociedad tiene la idea de continuar y extender la protección".

El especialista Julian Alfie, de la ONG Red Argentina para el Desarme, sentencia ante  EL ESPAÑOL que el decreto presidencial se trata de "una mala imitación de la política armamentista civil de los Estados Unidos, que ya ha demostrado sus problemas: hay más armas de fuego que personas, 120 armas cada 100 habitantes".

"El Gobierno se ha mostrado dogmático y hasta fanático respecto a la libre portación de armas de fuego. Cree en una sociedad –manifiesta- absolutamente individualista en la que hasta la seguridad, que es una función básica de cualquier Estado, tiene que ser privada en este experimento social que está viviendo Argentina", asegura.

Mientras tanto, en el parlamento argentino se debate un proyecto de ley para reanudar el programa de desarme voluntario pagando a quiénes entreguen sus armas al Estado, que estaba en vigencia desde 2007 pero caducó el año pasado. Las armas recolectadas son reducidas en hornos de fundición y convertidas en acero de baja calidad.  

Sea como sea, a Milei no le quita el sueño que haya más armas. No teme, tampoco, la posibilidad de afrontar un magnicidio, como le ocurrió a Donald Trump, que recibió una rozadura de bala en su oreja derecha y salvó la vida de milagro. "No temo (por mi vida). Si me mataran me harían inmortal. Me convertirían en un héroe aún más grande", se ha jactado recientemente al ser preguntado por ello.