Shetamia Taylor acudió a la manifestación pacífica contra los abusos policiales con sus cuatro hijos. La marcha estaba a punto de terminar cuando oyó el primer tiro al que siguieron "muchos tiros rápidos", que no cesaban.
Así se lo ha contado la civil herida durante el ataque en Dallas a su hermana, Theresa, que ha hablado con los medios locales, como la CBS. Junto con ella hay otro civil afectado por los disparos, han afirmado las autoridades.
Empezaron a correr. Recibió una bala en la parte trasera de su pierna derecha e inmediatamente saltó sobre uno de sus hijos de 15 años para cubrirle y le metió entre dos coches. Sus otros tres hijos habían salido corriendo en varias direcciones y los había perdido de vista.
Con la preocupación de no saber dónde estaban, siguió ejerciendo de escudo para su hijo de 15 años durante unos cinco minutos hasta que los policías llegaron hasta ella y les ayudaron a salir del área. “Lo único en lo que podía pensar era en sus otros tres hijos”.
Después, la familia supo que dos de ellos estaban refugiados en un edificio, retenidos allí por seguridad, y a otro “se lo llevaron al piso de alguien, donde estaba seguro y pudo llamar”. Ya le han recogido, ha explicado la hermana de la herida.
En cuanto al chaval que permaneció con su madre en todo momento y la acompañó al hospital, su tía ha explicado: "Simplemente estaba asustado. Cuando nos vimos en el hospital nos abrazó. Estaba cubierto por la sangre de su madre".
Ya ingresada, la herida siguió las noticias por televisión antes de pasar a cirugía y le dijo al policía que permanecía en la puerta de su habitación: “Gracias. Apreciamos todo lo que hacen por nosotros y siento su pérdida”.
Shetamia es de raza negra, al igual que los dos hombres que murieron esta semana en distintos lugares de Estados Unidos a manos de policías y cuya muerte bajo aparente abuso policial ha aumentado la fricción racial en los últimos días. Sin embargo, entre los agentes heridos también se encuentran personas de color.
La herida ha ingresado en quirófano para una intervención de unas cinco horas. Creen que la bala aún está en la pierna. El impacto provocó que la tibia quedara desencajada.
"Es una persona fuerte, que sólo quería que sus hijos experimentaran la reacción de lo que pasa cuando esto sucede".