"No disparen, él no va armado. No le disparen". Los gritos desesperados de la mujer de Keith Lamont Scott, el hombre negro de 43 años, que ha muerto en Charlotte a manos de la policía, se escuchan claramente en el vídeo que ella misma grabó y que salió a la luz este viernes. Tras largos minutos de tensión, en los que la mujer no deja de repetir a los agentes que su marido no está armado, y les advierte de que Scott sufre una lesión cerebral traumática y de que acaba de tomar su medicina, se escuchan varios tiros.
"¿Le habéis disparado? ¿Le habéis disparado? Será mejor que esté vivo. Yo sé demasiado y es mejor que esté vivo. No, no me voy a acercar, voy a seguir grabando", le dice a los agentes de policía.
En las imágenes, publicadas por el The New York Times, se ve entonces al hombre, tumbado en el suelo, rodeado por cuatro policías. Scott, de 43 años, falleció este martes cuando los oficiales buscaban en un complejo de apartamentos a otro individuo en Charlotte, en Carolina del Norte.
Su muerte provocó una ola de protestas que dejaron otra víctima, numerosos heridos y una cincuentena de heridos, lo que llevó a las autoridades a decretar el estado de emergencia y el toque de queda en la ciudad.
La familia facilitó este vídeo mientras la opinión pública sigue a la espera de que la Policía de Charlotte publique los vídeos grabados por las cámaras de los agentes involucrados en el suceso.
Según la familia de la víctima, el jefe de la Policía local, Kerr Putney, y la alcaldesa de la ciudad, Jennifer Roberts, en los dos vídeos tomados por oficiales no se puede distinguir qué es lo que portaba en sus manos Scott en el momento de ser abatido.
El informe policial asegura que Scott iba armado y suponía "amenaza de muerte inminente" para ellos, un relato que testigos rechazan, mientras la familia sostiene que el fallecido portaba un libro.