La Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) ha reabierto a escasos días de las elecciones la investigación sobre el uso de un servidor de correo electrónico privado por parte de Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado. Aunque la agencia no quiso valorar por el momento el impacto de este nuevo material, Donald Trump se ha apresurado a aventurar que detrás de todo hay un "crimen atroz" por parte de su rival en la carrera por la Casa Blanca.
La hoy candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos se mostró confiada en que "sea lo que sea" no modificará la decisión que adoptó este organismo en julio de no presentar cargos en su contra. "Tienen que compartir con todo el pueblo estadounidense los datos que dicen tener", dijo la ex secretaria de Estado, visiblemente enfadada por la reapertura de la investigación a escasos once días de las elecciones presidenciales.
Preguntada por el origen (Weiner) y el contenido de los nuevos documentos, Clinton apuntó: "No sabemos qué creer, estoy segura de que habrá más rumores, es por eso que le corresponde al FBI explicarnos de qué están hablando". La aspirante demócrata a la Casa Blanca también se mostró convencida de que la decisión tomada por el FBI no perjudicará sus aspiraciones presidenciales, porque los estadounidenses ya "tienen una idea" de todo lo que rodea al escándalo de los correos.
Trump sugiere un "crimen atroz"
La reapertura de la investigación llega a apenas semana y media de las elecciones del 8 de noviembre, en las que la también exprimera dama se enfrenta al magnate republicano Donald Trump, quien no ha dudado en sacar a colación el asunto en el primer acto electoral que celebró tras conocerse la noticia: "Es un gran anuncio. Quizá finalmente se haga justicia", afirmó Trump en un evento de campaña en Manchester (Nuevo Hampshire), entre los gritos ya habituales entre sus seguidores de "enciérrala".
El aspirante republicano se mostró "orgulloso" de que se tenga la "valentía" de reabrir la investigación, e insistió en que es importante evitar que Clinton "lleve su trama criminal a la Casa Blanca" porque "El FBI nunca habría reabierto este caso en este momento a menos de que se trate de un crimen de la peor atrocidad".
El republicano también criticó que Clinton, en su breve reacción a la noticia, "haya tratado de politizar la investigación al atacar y acusar falsamente al director del FBI".
El FBI tomará las "medidas necesarias"
El último capítulo de este asunto llegó en la noche del viernes después de que el director del FBI, James Comey, enviara una misiva al Congreso de Estados Unidos en la que escribía que "a través de un caso no relacionado, el FBI ha descubierto que existen correos electrónicos que parecen ser relevantes para la investigación (...) Y estoy de acuerdo con que el FBI tome las medidas necesarias para permitir que los investigadores revisen estos correos para determinar si contienen información clasificada y su importancia en esta investigación".
En la carta, Comey matiza que "todavía no podemos evaluar si este material será significativo" y que "no puedo predecir cuánto llevará realizar este trabajo adicional". "El Director del FBI acaba de informarme", ha tuiteado el congresista republicano Jason Chaffetz, uno de los legisladores a quien iba dirigida la epístola y quien ya planeaba investigar el pasado de la candidata demócrata de salir electa. "Caso reabierto".
Según este cargo no se sabe cuánto tiempo llevará valorar el impacto de este nuevo material en la investigación. Según el diario The New York Times, que cita fuentes oficiales no identificadas, se trata de investigaciones que el FBI está llevando a cabo sobre mensajes de texto enviados a una adolescente de 15 años en Carolina del Norte por el excongresista Anthony Weiner, esposo de Huma Abedin, una importante ayudante de Clinton en la campaña electoral.
Uso "extraordinariamente descuidado"
En julio, el FBI concluyó que Clinton había utilizado el correo electrónico de forma "extremadamente descuidada" cuando ostentaba una de las carteras más sensibles del Ejecutivo y que " es posible que actores hostiles hubieran tenido acceso a la cuenta de correo electrónico". Reveló que al menos 110 mensajes recibidos o enviados desde la cuenta de la hoy candidata demócrata contenían información clasificada.
Sin embargo, Comey recomendó entonces que no se presentaran cargos contra ella, ya que no había pruebas de que Clinton y su equipo hubieran cometido claras negligencias, y el Departamento de Justicia decidió luego dar carpetazo al asunto.