El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha anunciado este jueves el nombramiento, filtrado horas antes por los medios, del general retirado James Mattis, exjefe de operaciones en Oriente Medio, como nuevo secretario de Defensa.
Mattis, apodado "Perro Loco", es considerado un militar de mano dura, fue uno de los primeros en poner el pie en Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington, Nueva York y Pensilvania, y estuvo al mando de una de las divisiones que invadió Irak en la primavera de 2003.
"Vamos a nombrar a 'Perro Loco' Mattis como nuestro secretario de Defensa, pero no lo anunciaremos hasta el lunes así que no se lo digáis a nadie. 'Perro Loco', es genial, él es genial", dijo Trump en su primer mitin tras la victoria electoral del pasado 8 de noviembre.
Durante el mandato del presidente Barack Obama, Mattis se convirtió en el jefe del Mando Central, encargado de las operaciones en Oriente Medio, en reemplazo del general David Petraeus, que fue nombrado jefe de la Agencia Central de Información (CIA).
Mattis, sin embargo, abandonó ese puesto en 2013, meses antes de lo previsto, por lo que se rumoreó que fue forzado a retirarse por tensiones con la administración Obama.
No obstante, Mattis es considerado un militar ortodoxo, disciplinado y menos radical y político que el elegido por Trump como asesor de Seguridad Nacional, el también general retirado Michael Flynn.
Papel de asesoramiento
Ambos están obligados a entenderse y a aconsejar a Trump sobre los asuntos de seguridad nacional más urgentes que heredará de Obama, como el conflicto sirio o la influencia del grupo Estado Islámico (EI) en esa guerra civil, en Irak y en el norte de África.
Asimismo, Mattis tendrá un papel vital en las relaciones con Irán, después de haberse opuesto abiertamente al acuerdo de Estados Unidos y los otros miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para limitar el programa nuclear de Teherán a cambio de la relajación de las sanciones económicas.