El presidente saliente de los EEUU, Barack Obama, se ha despedido esta noche (primera hora de la mañana en España) desde Chicago del pueblo estadounidense con uno de los discursos más emotivos de su mandato, que a algunos les ha recordado a aquellas primeras intervenciones con las que hace ocho años logró conquistar por primera vez la Casa Blanca.
Además de sacar pecho por los logros de su Administración en economía, derechos civiles o política internacional, ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que velen por mantener los valores estadounidenses ante la nueva etapa política que arranca el próximo 20 de enero con la llegada de Donald Trump, y ha anunciado que pese a dejar el cargo seguirá presente en esta batalla "como un ciudadano más, por todos los días que me queden".
Durante casi una hora, y de forma tácita, el presidente ha lanzado numerosos mensajes poniendo el foco sobre los temores a que el futuro Gobierno republicano suponga un retroceso en derechos o libertades en EEUU, reclamando a los votantes -especialmente a un electorado demócrata, que todavía no ha asimilado la derrota ante Trump y que sólo tiene como referente en estos momentos a Obama-, que siga peleando por defender las causas que su Administración ha capitaneado desde 2008.
De hecho, Obama ha dejado claro que esta despedida no supondrá su desaparición de la vida pública, como ya ha advertido en otras ocasiones. "Me marcho aún más optimista que cuando empezamos, por haber inspirado a muchos jóvenes a creer que se puede crear una diferencia. Ha sido un honor servirles. Y no voy a parar, estaré ahí con ustedes, como un ciudadano más, todos los días que me queden. Pero por ahora tengo algo que pedirles como presidente, lo mismo que hace ocho años: que crean no en mi habilidad para traer el cambio, sino en la suya. Que mantengan la fe. Sí se puede. Sí lo hicimos".
Y es que el mensaje que ha repetido una y otra vez el comandante en jefe saliente, ante un auditorio que agotó las entradas para este acto al poco de salir a la venta, es que el poder está en manos de la ciudadanía. "Si están cansados de pelear con extraños en internet, traten de hablar con uno de ellos en la vida real. Si algo necesita arreglo, entonces organícense. Si están decepcionados por los responsables públicos electos, obtengan firmas y láncense a por ese puesto. Manténgase ahí", pidió.
Tengo algo que pedirles como presidente: que crean no en mi habilidad para traer el cambio, sino en la suya. Si algo necesita arreglo, organícense. Si están decepcionados por los responsables públicos electos, obtengan firmas y láncense a por ese puesto
Antes, Obama arrancó su discurso dando las gracias al pueblo estadounidense y recordando cómo su carrera política empezó con su llegada a esa misma ciudad (Chicago), cuando era un veinteañero. "Seguía buscando un propósito en mi vida, y fue en un barrio no lejos de aquí donde comencé a trabajar en las parroquias. Allí fui testigo del poder de la lucha de la gente. Aquí es donde aprendí que el cambio sólo ocurre cuando la gente corriente se involucra, y todavía lo creo".
Sobre su gestión, destacó los grandes logros económicos, políticos y sociales, algunos de los cuales ahora se ven amenazados por los aires reformistas del equipo de Trump. "Si les hubiera dicho hace ocho años que EEUU podía salir de la recesión, recuperar la industria automovilística, crear de nuevo empleo, abrir un nuevo entendimiento con el pueblo de Cuba, detener el programa nuclear de Irán, acabar con Bin Laden, que íbamos a lograr el matrimonio igualitario y garantizar la atención sanitaria a otros 20 millones de ciudadanos... si les hubiera dicho eso, tal vez me habrían respondido que poníamos metas demasiado altas. Pero eso es lo que hicimos, eso es lo que vosotros hicisteis. Vosotros fuisteis el cambio", proclamó Obama, que aseguró que ahora "EEUU es un país mejor y más fuerte que cuando comenzamos".
Yo me comprometí con Donald Trump a que íbamos a hacer un traspaso tan suave como Bush hizo con nosotros
No obstante, advirtió de que se avecinan cambios. "En diez días el mundo va a presenciar cómo funciona nuestra democracia, con una transferencia pacífica de poder, de un presidente electo al siguiente. Yo me comprometí con Donald Trump a que íbamos a hacer un traspaso tan suave como Bush hizo con nosotros", recordó Obama, que se mostró convencido de que el próximo gobierno arrancará con todo lo que necesita para afrontar los retos del futuro: "Somos la nación más rica y respetada de la Tierra, tenemos juventud, diversidad, apertura y capacidad sin límites para invención. Significa que el futuro debería ser nuestro".
Pese a esto, en su opinión ese potencial sólo podrá aprovecharse "si nuestra democracia funciona", ya que, según alertó, existen los grandes riesgos que la amenazan. El primero, en el terreno económico: "Nuestra democracia no va a funcionar si no todo el mundo tiene oportunidades económicas".
En este punto destacó parte del legado que deja subrayando que actualmente "crecen la economía, los salarios y los ahorros para jubilación" mientras la pobreza baja, los ricos pagan más impuestos y hay menos gente sin seguro sanitario que nunca.
DEFENSA DEL 'OBAMACARE'
Como hizo durante la campaña electoral, el presidente defendió los beneficios del Obamacare, aunque insistió en que respaldará públicamente cualquier reforma que reduzca su coste sin recortar el número de beneficiados, algo que la nueva Administración Trump ha anunciado que se propone hacer, aunque aún no ha detallado cómo.
No esquivó el repunte de la tensión racial en el país, un conflicto que ha marcado sus ocho años de gobierno y que no ha quedado resuelto. A su juicio, ésta es "la segunda amenaza para la democracia norteamericana", pese a que es algo "tan antiguo como la nación". Obama reconoció que la situación está mejor hoy que hace 20 años, algo que a su juicio "se ve en las actitudes de los jóvenes estadounidenses".
Si cada problema económico supone una lucha entre un hombre blanco y una minoría, los trabajadores se quedarán luchando por migajas mientras los ricos se quedan con todo
Pese a esto, "no estamos donde tenemos que estar, y todos tenemos trabajo por hacer". Aquí llamó a la clase trabajadora a unirse sin mirar el color de la piel. "Si cada problema económico supone una lucha entre un hombre blanco y una minoría, entonces los trabajadores se quedarán luchando por migajas mientras los ricos se quedan con todo", añadió el presidente, que recordó que pese a que se aprueben leyes contra la discriminación, "son los corazones los que deben cambiar".
También defendió el papel de los inmigrantes y recordó que los mismos mensajes de miedo que se lanzan hoy contra este colectivo -otro mensaje para Trump- se pronunciaron en el pasado contra los irlandeses, italianos y polacos que supuestamente "iban a destruir el carácter de EEUU, cuando fue al revés".
ALERTA CONTRA BURBUJAS SOCIALES
Obama reparó también en la tercera amenaza que a su juicio acecha al país, la polarización de la ciudadanía, algo que achacó a que algunos prefieren "meterse en una burbuja de gente que comparte la misma visión en las redes sociales o viendo un canal para cada gusto, aceptando la información que nos dan, sea verdadera o falsa".
Por ello, hizo un llamamiento a "admitir que quizá el oponente puede tener razón" en ocasiones y que "la ciencia y la razón importan", en clara alusión a los que todavía niegan el cambio climático en las filas republicanas.
Negar el problema del cambio climático no sólo traiciona a las generaciones futuras, sino al espíritu de los fundadores de este país
Y a este respecto, resaltó los avances logrados en sus ocho años, como que se haya "detenido la dependencia de EEUU del petróleo extranjero" o que se hayan alcanzado acuerdos internacionales para frenar el calentamiento global: "Negar el problema no sólo traiciona a las generaciones futuras, sino al espíritu de los fundadores de este país".
TERRORISMO Y RUSIA
El presidente fue hilvanando su discurso sobre la idea de que la responsabilidad última de lo que ocurra en el país la tendrá la actitud de sus ciudadanos. Incluso en la lucha contra el terrorismo o política internacional. "El EI [grupo terrorista autodenominado Estado Islámico] no derrotará a EEUU a nos ser que nosotros traicionemos nuestros principios en esta batalla. Rivales como Rusia o China no pueden ganarnos si no cedemos en esto. Nuestra democracia se ve amenazada cada vez que la damos por sentada". Esta fue una de las escasas referencias que hizo al Kremlin en su discurso, en el que no entró en el asunto de los ciberataques orquestados desde Moscú para influir en las pasadas elecciones.
Sobre la lucha contra el terrorismo, destacó que ninguna organización criminal extranjera ha ejecutado ataque alguno en suelo estadounidense en sus ocho años de presidencia, aunque reconoció atentados como el de Boston, San Bernardino u Orlando, que achacó "al peligro de la radicalización".
En este sentido, puso en valor la articulación de una coalición internacional contra el EI, reduciendo un tercio de su territorio y dando caza a muchos de sus líderes. "La democracia cede ante el miedo. Los ciudadanos tenemos que mantenernos vigilantes ante las agresiones externas y también ante la debilidad de los valores que nos hacen quienes somos. Por eso, en los últimos ocho años hemos luchado para cerrar Guantánamo y por eso rechacé la discriminación contra los estadounidenses musulmanes", agregó.
LÁGRIMAS POR MICHELLE
Uno de los momentos más emotivos del discurso llegó cuando se refirió a su esposa Michelle, a la que definió como "su mejor amiga" durante los últimos 25 años. Obama tuvo que dejar de hablar para secarse las lágrimas con un pañuelo, mientras el público dedicaba una enorme ovación a su mujer. "Tomaste un rol que no pediste y lo hiciste con gracia, determinación, estilo y buen humor. Hiciste de la Casa Blanca un lugar que pertenece a todos. Muchos te tienen como modelo y has hecho al país sentirse orgulloso".
También tuvo palabras para sus hijas Malia y Sasha, "dos niñas que bajo extrañas circunstancias se han convertido en dos mujeres llenas de pasión y amabilidad". "Llevaron el peso de la luz pública de la forma más sencilla y de todo lo que he hecho en mi vida, ser padre es de lo que más me enorgullezco", aseveró.
Tomaste un rol que no pediste y lo hiciste con gracia, determinación, estilo y buen humor. Hiciste de la Casa Blanca un lugar que pertenece a todos. Muchos te tienen como modelo y has hecho al país sentirse orgulloso
Sobre su vicepresidente Joe Biden, al que el auditorio dedicó otro gran aplauso, Obama dijo que fue la primera decisión que tomó como nominado demócrata, "y fue la mejor, no sólo porque has sido un gran vicepresidente, sino porque me gané un hermano".
Obama cerró el acto con un llamamiento a la unidad de los estadounidenses, reivindicando aquel espíritu que convirtió el "sí se puede" en "sí pudimos". "EEUU no es algo frágil, pero lo que hemos ganado en este camino no está asegurado. Tenemos que preservarlo y rechazar cualquier intento romper los lazos entre los americanos. Depende de cada uno de nosotros ser guardianes celosos de nuestra democracia. A pesar de nuestras diferencias, todos compartimos lo mismo".
Una vez más sonó a aviso. En diez días comienza la era Trump.