La tensión en la península de Corea gana enteros día a día. Tras el último desafío del régimen norcoreano a la comunidad internacional con el lanzamiento de misiles a principios de marzo, este jueves un diplomático del régimen de Kim Jong-un ha criticado las maniobras conjuntas de Washington y Seúl en la zona y la instalación del sistema de defensa anti-misiles (THAAD, su sigla en inglés) que, en su opinión, amenaza "el equilibrio de poderes" en la región Asia Pacífico.
Según el encargado de negocios de la embajada de Corea del Norte en China, Pak Myong Ho, ha llegado momento de que Estados Unidos cambie "su política hostil" hacia Pyongyang. "EEUU está llevando a cabo las mayores maniobras conjunts con Corea del Sur (en la zona)", ha denunciado. En un comunicado, la agencia estatal norcoreana KCNA ha afirmado que la unidad de bombarderos estratégicos nucleares B-1B voló el día anterior desde Guam hasta territorio surcoreano donde "ensayaron durante una hora el lanzamiento de bombas nucleares cuyo objetivo sería realizar ataques preventivos contra importantes objetivos norcoreanos".
Pyongyang, que denuncia periódicamente la naturaleza no defensiva de estas maniobras, respondió al inicio de los ejercicios lanzando el pasado 6 de marzo cuatro misiles balísticos de medio alcance que cayeron en aguas japonesas.
La denuncia del diplomático norcoreano ha coincidido con el primer día de la gira asiática del secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson. Desde Tokio, el jefe de la diplomacia estadounidense ha afirmado que la estrategia de su país para tratar de frenar el programa nuclear de Corea del Norte "ha sido un fracaso" y ha abogado por reformular el plan y apoyarse en socios como China para lograrlo. En los próximos días Tillerson viajará a Beijing y Seúl para abordar esta situación entre otros temas.
"Es importante reconocer que los esfuerzos diplomáticos y de otro tipo realizados durante los últimos 20 años para conducir a Corea del Norte a la desnuclearización han sido un fracaso", ha afirmado Tillerson desde Tokio, la primera parada de la gira asiática que el secretario de Estado ha iniciado este jueves y que le llevará también a Seúl y a Bejing. "Teniendo en cuenta que la amenaza (norcoreana) continúa su escalada, está claro que necesitamos un nuevo enfoque", ha agregado.
Para el jefe de la diplomacia estadounidense, entre los esfuerzos fallidos está "el programa de asistencia a Corea del Norte de 1.300 millones de dólares como estímulo para tomar un camino diferente, que tuvo como respuesta el desarrollo de más capacidad nuclear y el lanzamiento de más misiles".
El diplomático norcoreano ha defendido la postura de su país ante lo que consideran "amenazas de EEUU y sus aliados" y ha reafirmado que Corea del Norte "necesita reforzar su capacidad nuclear".
El apoyo de China es clave
Aunque Tillerson no ha concretado en qué consistiría esa nueva estrategia que prepara Washington, ha indicado que su gira asiática persigue, precisamente, intercambiar posturas con sus homólogos en Japón, China y Corea del Sur.
Sí ha adelantado que pedirá apoyo a China "para llevar a Corea del Norte a abandonar su programa nuclear", reconociendo que Beijing tiene un papel "muy importante" en este asunto. El secretario de Estado ha indicado que discutirá con el Gobierno chino "nuevas medidas" para poner freno al programa armamentístico del régimen de Kim Jong-un.
China es "una fuente principal de comercio y actividad económica de Corea del Norte, tiene una clara posición a favor de la su desnuclearización y ha votado a favor de resoluciones de la ONU 2230 y 2221", recalcó Tillerson en alusión a las últimas sanciones de Naciones Unidas contra Pyongyang.
El régimen norcoreano realizó una veintena de test de misiles y dos ensayos nucleares el año pasado, además de probar a comienzos de este mes otros cuatro misiles balísticos, uno de los cuales cayó a sólo 200 kilómetros de la costa nipona.