El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha prometido este sábado en Florida que la "pesadilla de Obamacare está a punto de terminar", y que hay más republicanos a favor del nuevo plan de salud propuesto por esta bancada.
Durante un discurso que ofreció en Jacksonville, al norte de Florida, Pence señaló que cada vez "más y más miembros del Congreso" se muestran a favor del nuevo plan de salud propuesto por el Partido Republicano, el cual derogará y reemplazará la ley sanitaria del presidente Barack Obama (2009-2017).
"Cada día que sobrevive el Obamacare es un día que el pueblo estadounidense sufre", dijo el vicepresidente en las instalaciones de la papelera Mac Paper, en donde sostuvo un encuentro con pequeños empresarios y emprendedores.
Obamacare: promesas "rotas"
"Obamacare ha fallado y Obamacare debe irse", resaltó en su alocución, durante la cual señaló que "prácticamente cada una de las promesas" hechas cuando fue promulgada la reforma sanitaria de Obama han sido "rotas".
El grupo republicano se encuentra negociando el contenido de la propuesta actual, impulsada por el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, para poder someterla a votación en el pleno.
En su alocución en Florida, Pence señaló que no se ha cumplido que los precios de los seguros bajen y que las personas podrían elegir el plan que prefieran, e hizo hincapié en las subidas de los costes que este plan de salud ha implicado. "Solo el año pasado, las primas de Obamacare subieron en promedio un 25 % en todo el país", lo que llevó a que miles de personas perdieran sus planes de seguro y que este año este sistema de seguros de salud perdiera 400.000 afiliados, dijo.
Objeciones al nuevo plan
El sector más ultraconservador de la Cámara de Representantes ha manifestado sus objeciones sobre la propuesta actual, mientras que los más moderados temen también que los recortes que plantean para el acceso a la salud de los más pobres les causen problemas en sus distritos.
De ser aprobado en la Cámara, el texto pasará al Senado, donde la mayoría republicana es más estrecha y encontrará más dificultades.
Según la Oficina no partidista de Presupuesto del Congreso (CBO, en inglés), el plan republicano dejaría sin seguro a 14 millones de personas en apenas un año, cifra que ascendería a 24 millones en una década.