Julian Assange, director de Wikileaks

Julian Assange, director de Wikileaks Reuters

EEUU

La CIA considera a WikiLeaks "un servicio hostil de inteligencia"

El jefe de la CIA agregó que el portal dirigido Julian Assange ha actuado en ocasiones "instigado por actores estatales como Rusia".

13 abril, 2017 23:06

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El portal de filtraciones WikiLeaks es un "servicio hostil de inteligencia" instigado en ocasiones por "actores estatales como Rusia", aseguró Mike Pompeo, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

"Es hora de llamar a WikiLeaks lo que es: un servicio hostil de inteligencia no estatal", afirmó Pompeo en una conferencia en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS). El jefe de la CIA agregó que el portal dirigido Julian Assange ha actuado en ocasiones "instigado por actores estatales como Rusia".

Su intervención estuvo centrada en los riesgos para la seguridad nacional de las filtraciones llevadas a cabo por WikiLeaks, y calificó a Assange de "un actor extranjero malicioso que manipula la información" y se refugia en la Primera Enmienda de la Constitución, que protege libertad de expresión.

Trump "ama" a Wikileaks

Las palabras de Pompeo contrastan con las pronunciadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien afirmó durante la campaña electoral en octubre pasado que "amaba WikiLeaks" tras una serie de filtraciones de correos de asesores de su rival electoral Hillary Clinton.

En marzo de este año, el portal difundió una serie de documentos en los que expone información clasificada sobre un supuesto programa de pirateo informático de la CIA destinado a penetrar mediante un complejo software teléfonos inteligentes y ordenadores conectados a Internet.

De acuerdo a WikiLeaks, la agencia de inteligencia estadounidense ha espiado a ciudadanos extranjeros mediante teléfonos iPhone, teléfonos Android y hasta televisores Samsung, supuestamente convertidos en micrófonos.

Assange, periodista australiano, dirige la difusión de esas filtraciones desde la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió el 19 de junio de 2012 para evitar su extradición a Suecia, que le reclama para interrogarle sobre un delito sexual que él niega.

Por el momento, ha evitado salir de la embajada ecuatoriana por temor a ser detenido y entregado a Estados Unidos, que lo investiga por las revelaciones de su portal en 2010, cuando difundió cables diplomáticos confidenciales estadounidenses.