Donald Trump ha caído prisionero de su furia tuitera al granjearse las críticas de su partido y una dura acusación de chantaje por parte de dos conocidos periodistas.
Los presentadores del programa Morning Joe han afirmado que la Casa Blanca les advirtió de que podía evitar la publicación de un artículo negativo sobre ellos en el tabloide National Enquirer si pedían disculpas al presidente por su cobertura crítica.
Joe Scarborough y Mika Brzezinski, que son pareja y están prometidos, han informado del supuesto chantaje tras ser atacados por el mandatario en Twitter.
En su red social de preferencia, el dirigente republicano publicó dos tuits el jueves cargando contra el programa y sus presentadores. A Scarborough lo calificó de “psicópata” y de Brzezinski dijo que estaba “loca” y tenía “un bajo coeficiente intelectual”.
Asimismo, Trump aseguró que las pasadas navidades los presentadores acudieron tres días seguidos a su resort de Mar-a-Lago en Florida exigiendo estar con el presidente pero éste se habría negado a recibirlos. Brzezinski “sangraba” mucho porque se había estirado la piel de la cara, según el mandatario.
Los presentadores han desmentido la versión del presidente, asegurando que los había invitado y que, aunque llegaron a verse con él, rechazaron asistir a su fiesta de Fin de Año. También han negado que Brzezinski sangrara por una operación de cirugía estética.
"Trump no está bien"
“Estamos seguros de que [Trump] no está capacitado mentalmente para seguir viendo nuestro programa”, argumenta la pareja en un artículo en el Washington Post titulado “Donald Trump no está bien”.
Durante la campaña electoral, Trump cargó repetidamente contra Morning Joe y sus responsables pese a afirmar que no lo veía. Por ejemplo, dedicó adjetivos como “estúpida” o “neurótica” a Brzezinski.
“Acabo de oír que la loca y muy tonta Mika [Brzezinski] tuvo una crisis nerviosa mientras hablaba sobre mí en el [programa] de baja audiencia Morning Joe. Joe, un desastre”, escribió el pasado septiembre.
Scarborough y Brzezinski han denunciado que el presidente maltrata a las mujeres, haciendo referencia a episodios controvertidos, como cuando Trump habló despectivamente del periodo de una periodista.
Este viernes Trump ha afirmado en Twitter que Scarborough le telefoneó para pedir que se frenara la publicación del artículo negativo en National Enquirer y que se negó. El periodista, sin embargo, ha aseverado que tiene registros telefónicos de la Casa Blanca que prueban su versión.
Congresistas de ambas bancadas han alzado la voz para condenar las acciones del presidente. “Obviamente no me parece un comentario apropiado”, ha asegurado el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan.