Las autoridades norteamericanas investigan la posible vinculación de James Bradley Jr., el conductor del 'camión de la muerte' de Texas, con una red criminal dedicada al tráfico de personas. Según la policía, Bradley podría ser el primer eslabón de una red mucho más amplia y compleja.
El conductor, de 60 años, enfrenta cargos por transportar ilegalmente y con ánimo de lucro a una treintena de personas indocumentadas que trataban de cruzar a Estados Unidos. Además, la acción derivó en la muerte de una decena de ellas, un agravante por el que podría ser condenado con la pena de muerte.
"Sin duda no nos detendremos con el enjuciamiento al conductor. Estamos intentando investigar e identificar las distintas piezas, las casas de paso, los otros miembros, de dónde provino el dinero", ha señalado Shane Folden, agente especial de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional para el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de San Antonio para Associated Press.
"El objetivo final es desmantelar a toda la organización. No se consigue si solo te enfocas en un aspecto. Debes analizar los objetivos potenciales y los posibles sitios relacionados, tanto al norte como al sur", ha destacado.
La policía aun está intentando determinar el número exacto de personas que había dentro del remolque, ya que algunas de ellas huyeron antes de que llegara la policía, según ha explicado el agente. Los propios inmigrantes hablan de cerca de un centenar, mientras que las fuentes oficiales han contabilizado 29 supervivientes.
Perfil del conductor
Bradley, que declarará el próximo 23 de agosto por los delitos imputados, tiene suspendido el permiso de conducir camiones comerciales desde hace tres meses, después de que no presentará una serie de documentos a las autoridades de Florida, según ha informado Univision.
El conductor también cuenta con antecedentes penales por violencia doméstica y violación de la libertad provisional. En 1997 se declaró culpable del delito de violencia doméstica y condenado a dos años de prisión. Sin embargo un juez decidió que cumpliera la pena bajo el régimen de libertad bajo fianza. Durante los dos próximos fue detenido por violar los términos de libertad, aunque en ambas ocasiones se libró de entrar en la cárcel.
Su relación con las prisiones no terminaría aquí. En 2003 fue condenado a tres años de libertad supervisada que lo obligaba a dormir todas las noches en un centro de detención, pero violó los términos de esa condena y en el 2005 fue sentenciado a un año de cárcel. Fue excarcelado en 2007 aunque con libertad provisional, hasta el año 2009.
Darnisha Rose, quien dice ser novia del conductor, ha asegurado que Bradley ha estado viviendo en los últimos años en su propio camión. Rose ha descrito a Bradley como un hombre de familia y muy amable que conoció hace dos años cuando fue hospitalizado para una amputación del dedo del pie.
Las víctimas: en el limbo
La situación de los inmigrantes que han sobrevivido al 'camión de la muerte', algunos de los cuáles están hospitalizados, es ahora incierta. Trece inmigrantes están bajo custodia policial detenidos como testigos del caso, según ha anunciado la Fiscalía Federal.
Su abogado de oficio, Michael McCrum, ha señalado que es demasiado pronto para saber si recibirían el visado o se les permitiría quedarse en Estados Unidos en agradecimiento por su ayuda. Además, Jacob Monty, abogado migratorio con sede en Houston, ha resaltado que la ayuda que los sobrevivientes proporcionen a las autoridades "podría brindarles residencia permanente".
Aún con todo, son muchos los que deciden jugarse la vida cruzando la frontera con el objetivo de huir de la miseria y con vistas de un futuro mejor. La última tragedia ha tenido lugar este miércoles, cuando cuatro personas de nacionalidad guatemalteca han muerto tratando de cruzar el Río Grande, que separa México de Estados Unidos.