El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, rebaja el tono de la escalada de tensión diplomática entre Pyongyang y Washington. "No creo que haya una amenaza inminente. Los americanos pueden dormir tranquilos", ha declarado para restar credibilidad a la amenaza directa del régimen de Kim Jong-un, que en las últimas horas ha asegurado que está estudiando atacar con misiles de largo alcance la base militar de Guam.
La nueva amenaza lanzada a través de la agencia oficial de Corea del Norte, KCNA, llegaba sólo horas después de que Donald Trump elevara su retórica belicista proclamando que se "encontrarían con un fuego y una furia nunca vistas" si continuaban las provocaciones.
Tillerson ha aprovechado un encuentro con periodistas mientras viaja precisamente a la isla de Guam para matizar las palabras del presidente de EEUU: "Está enviando un mensaje sólido usando una retórica que Kim Jong-un pueda entender. Sólo quería dejar claro que EEUU tiene la capacidad de responder para defender al país y a sus aliados".
Trump ha despertado algo más pacífico y en sus primeros tuits de este miércoles ha dicho "ojalá nunca tengamos que usar" el arsenal nuclear, que es "el más poderoso".
La comunidad internacional ha reaccionado pidiendo calma a ambas partes. La Comisión Europea ha pedido a Corea del Norte abandonar las provocaciones y ha subrayado que la "desnuclearización" en la zona "debe lograrse por medios pacíficos" y sin "acciones militares". En la misma línea se ha manifestado China, que ha reclamado a ambas partes que opten por el diálogo y eviten cruces de acusaciones y acciones que eleven la escalada de tensión.
Por otra parte, Corea del Norte ha anunciado este miércoles la liberación "por razones humanitarias" del misionero de nacionalidad canadiense Lim Hyeon-soo, que estaba encarcelado y condenado a trabajos forzados desde 2015. El régimen le acusó de "conspiración" y "acciones subversivas".