Tres de las mujeres que durante la campaña electoral del año pasado acusaron al actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de haberlas acosado han criticado que, a diferencia de lo que ocurre en otras parcelas de la vida pública, al mandatario no se le han exigido responsabilidades.
"En otras parcelas de la sociedad se está haciendo responsable a la gente por conductas inapropiadas, pero no al presidente", declaró Jessica Leeds en Nueva York en una rueda de prensa organizada por Brave New Films, una productora que ha realizado un largometraje sobre las mujeres que acusaron a Trump por conducta sexual inapropiada.
Esta afirmación se produce al amparo de la ola de acusaciones de acoso sexual en el mundo de la política y del espectáculo que ha llevado al despido de actores y productores, así como al anuncio de dimisión de políticos de primera línea, como el senador demócrata Al Franken y el congresista del mismo partido John Conyers.
Leeds, que ahora tiene 75 años, recordó cómo hace tres décadas el magnate se abalanzó sobre ella en los asientos de primera clase de un avión y le tocó los pechos e intentó meterle la mano por debajo de la falda, motivo por el que, según ha explicado, no ha vuelto a vestir esta prenda durante sus vuelos.
Junto a Leeds se encontraba Rachel Crooks, quien el año pasado relató que en 2005, cuando trabajaba en la Trump Tower de Nueva York, coincidió con el multimillonario en un ascensor y éste la besó en la boca.
También compareció Temple Taggart, quien aseguró que Trump se propasó con ella de esa misma manera cuando ostentaba el galardón de Miss Utah, en 1997.
Los relatos de Leeds y Crooks coinciden con los comentarios realizados por Trump en un vídeo de 2005 que desató el escándalo en la campaña electoral de 2016, en el que el magnate alardeaba de besar y tocar las partes íntimas de las mujeres sin su consentimiento.
Sin embargo, ni esta grabación ni los testimonios de varias mujeres parecen ser suficientes para llevar al presidente ante los tribunales, señaló Leeds.
"Lo correcto sería que renunciase, pero no creo que lo vaya a hacer. Sólo podemos pedirle al Congreso que se encargue", afirmó Crooks.
En similar sentido se expresó Leeds, quien dijo confiar en que el jefe de Estado acabe siendo destituido, aunque, según apuntó, es más probable que sea por otros motivos, como la presunta colisión de su equipo de campaña con el Kremlin el año pasado en las elecciones.
"Desafortunadamente, tengo la sensación de que su conducta sexual inapropiada está bastante abajo en la lista de cosas que Trump ha hecho mal", sentenció Leeds.
Después de su comparecencia, cinco senadores demócratas pidieron a Trump que dimita.
"Estas acusaciones son creíbles y son numerosas. He escuchado el testimonio de estas mujeres, y muchos son desgarradores", dijo la senadora por Nueva York Kirsten Gillibrand, secundada por Bernie Sanders, Ron Wyden, Cory Brooker y Jeff Merkley.
Al menos 16 mujeres, según el diario especializado en información política The Hill, acusaron a Trump de acoso sexual durante la campaña electoral de 2016, si bien el presidente ha negado esas imputaciones y la Casa Blanca sostiene que las acusadoras mienten.