La Casa Blanca ha restado importancia a los provocativos mensajes lanzados este martes por el presidente Donald Trump contra el líder norcoreano, Kim Jong-un, y culpó a la Administración del expresidente Barack Obama (2009-2017) de la crisis por la escalada armamentística de Piongyang.
"Lo que es peligroso es ignorar las constantes amenazas. Si la anterior Administración hubiera hecho algo, en vez de esperar sentada, ahora no estaríamos en esta situación", señaló la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, durante una rueda de prensa en la residencia presidencial.
Con esta declaración, la portavoz quiso quitar hierro a los últimos mensajes de Trump contra Kim Jong-un, en los que afirmaba que, como presidente de Estados Unidos, no sólo tiene también acceso a un "botón nuclear", sino que además el suyo "es mucho más grande y más potente".
El tono de estos mensajes, publicados por Trump este martes en su cuenta personal de Twitter, ha sido criticado por los demócratas del Congreso, que han expresado su temor de que puedan acercar a ambos países a un escenario de guerra nuclear.
Sin embargo, Sanders dijo que pensar que estos mensajes pueden empeorar la situación "no tiene sentido" puesto que la opinión expresada por Trump en sus mensajes no difiere de la posición oficial del Gobierno, que ha sido expresada en numerosas ocasiones por distintos representantes del Ejecutivo.
"Nuestra posición sobre Corea del Norte no ha cambiado. El presidente es firme en la defensa de nuestro pueblo y no va a echarse atrás", sentenció Sanders.
A pesar de que en estos momentos los gobiernos de las dos Coreas evalúan la posibilidad de celebrar una reunión de alto nivel, que podría servir para apaciguar la situación en la Península, la portavoz negó que los mensajes de Trump puedan haber incomodado a sus socios surcoreanos y destacó que la relación entre ambos países es "mejor que nunca".