Los demócratas están preparando contra reloj el borrador de acusación contra Donald Trump para someterle a un impeachment o juicio político. Según fuentes de la CNN, planean presentar sus artículos este mismo lunes y el vicepresidente, Mike Pence, no descartaría apoyarlo.
En el borrador filtrado a este medio, destaca la acusación de 'incitación a la insurrección' por los mensajes de Donald Trump previos al asalto al Capitolio que terminó con cinco víctimas mortales, durante la sesión para confirmar a Joe Biden como ganador de las elecciones.
En este sentido, fuentes cercanas al vicepresidente han dicho a CNN que Pence "no descarta" invocar la Enmienda 25 para sacar a Trump de la Casa Blanca, e incluso a apoyar el impeachment, en caso de que Trump "se vuelva más inestable" o "tome algún tipo de acción precipitada que ponga en riesgo a la nación".
Mike Pence siempre ha sido uno de los hombres más leales a Trump, pero su relación sufrió un punto de inflexión cuando la semana pasada rechazó cumplir la petición del presidente saliente, que le instó a no contabilizar los votos electorales que darían la victoria a Joe Biden.
"La Constitución me impide reclamar una autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no", afirmó Pence en un comunicado emitido cuando comenzaba la sesión conjunta del Congreso el miércoles, para certificar los resultados de las presidenciales.
Donald Trump convocó ese mismo día un mitin en Washington D. C. para protestar por los "resultados fraudulentos" y alentó a sus seguidores a dirigirse hacia el Capitolio. Además, se dirigió directamente al vicepresidente afirmando: "Mike Pence, espero que defiendas el bien de nuestra Constitución y el bien de nuestro país, y si no lo haces, voy a estar muy decepcionado. Te lo digo ahora mismo, no estoy escuchando buenas historias".
Tras el mitin, Trump insistió en las redes sociales sobre el fraude de las elecciones y finalmente cientos de personas asaltaron la sede legislativa de EEUU y llegaron hasta el interior de la Cámara de Representantes, en un intento de golpe que terminó con cinco víctimas mortales.
Aunque el presidente llamó a la calma y pidió a sus seguidores que volviesen a casa, mantuvo su mensaje de que les "habían robado las elecciones" a través de un vídeo que colgó en las redes sociales.
Por esta clase de publicaciones, tanto Facebook como Twitter han suspendido de forma permanente sus cuentas para que no incite a la violencia.
Al recuperar el control de las Cámaras, los congresistas y senadores concluyeron la sesión para certificar a Biden como presidente y Mike Pence condenó la violencia.
"Aquellos que han generado el caos, no habéis ganado. La violencia nunca gana, la democracia siempre gana. Esta sigue siento la casa del pueblo. Nos hemos vuelto a reunir en esta Cámara y el mundo volverá a ser testigo de su resiliencia. Que Dios bendiga a quienes han perdido su vida hoy, a quienes han cumplido su función hoy. Volvamos al trabajo", declaró al reanudar la sesión.
Asistencia a la toma
Según varios medios estadounidenses, desde el asalto al Capitolio el miércoles por la tarde, hasta el sábado por la noche, Trump y Pence no se hablaron. Igualmente, el presidente tampoco ha hecho ningún comentario público denunciando las amenazas de muerte que se han publicado en las redes sociales dirigidas a Pence.
Pese a que parece que han retomado la comunicación, Pence volvió a llevar la contraria a Trump este domingo cuando confirmó que asistirá a la toma de posesión de Biden el próximo 20 de enero.
Por su parte, el presidente saliente reconoció el viernes su derrota electoral y abogó por una "transición de poder tranquila y ordenada", pero aseguró que no acudiría a la cita. La ausencia del presidente en la toma de posesión de su sucesor será algo inédito en la historia reciente de EEUU, ya que no ocurre desde hace 152.
Joe Biden ha dado la bienvenida a Pence ya que considera importante que "en la medida de lo posible, nos ciñamos a los precedentes históricos de cómo se deben mantener los cambios de administración".
"Por eso, Mike, el vicepresidente, es bienvenido. Nos sentiríamos honrados de tenerlo allí y avanzar en la transición", declaró Biden, que también celebró que Trump no vaya, afirmando que es "una de las pocas cosas en las que él y yo hemos acordado". "Es bueno que no se presente", expresó el presidente electo a los periodistas el viernes, en una conferencia de prensa después de presentar a los nominados al gabinete.
Enmienda 25 o 'impeachment'
Tras el asalto al Capitolio, los políticos estadounidenses de ambos partidos se pronuncian sobre si se debería sacar ya a Donald Trump del poder, a través de la Enmienda 25, o esperar al relevo de Biden, que se producirá en algo más de una semana. Mientras, los demócratas preparan las acusaciones para el juicio político.
Por un lado, y visto que Trump no va a dimitir por voluntad propia, tal y como exigen también gran parte de los parlamentarios, para aplicar la Enmienda 25 se requeriría que el vicepresidente Pence y una mayoría del gabinete votaran para destituirle debido a su incapacidad para "cumplir con los poderes y deberes de su cargo".
Trump podría cuestionar esta medida con una carta al Congreso. Pence y el gabinete tendrían cuatro días para debatirlo y el Congreso luego votaría. Para que saliese adelante, se necesitaría una mayoría absoluta de dos tercios, generalmente 67 senadores y 290 miembros de la Cámara para destituirlo permanentemente.
Aunque los demócratas, que piden a Pence que aplique esta enmienda, controlan la Cámara de Representantes y están igualados con los republicanos en el Senado, quedaría por ver si el vicepresidente es capaz de convencer a los suficientes miembros de su partido para hacerla efectiva.
Con respecto al impeachment, se trata de un proceso largo por el que ya pasó Trump en 2019, y del que fue absuelto gracias a la mayoría republicana en el Senado. Aunque los demócratas están dándose prisa para presentar los cargos, James Clyburn, líder de los demócratas en el Congreso, dijo a CNN que podrían esperarse hasta después de los primeros 100 días de Biden en el cargo para hacerlo.
El veterano congresista afirma que esos 100 días le darían a Biden tiempo para trabajar sobre su agenda en el Congreso, "antes del inicio de un juicio que lleva mucho tiempo". Y es que Biden tiene que abordar importantes cuestiones, sobre las que ya está trabajando, nada más tomar posesión como la aprobación de los nombramientos de la administración en el Senado u otro paquete económico de alivio del coronavirus.
Teniendo en cuenta que el impeachment no logrará que Trump abandone antes la Casa Blanca, Clyburn considera importante "tomar la determinación de llevarlo a cabo cuando sea el mejor momento".