El empresario ruso Yevgeny Prigozhin, próximo a Vladímir Putin y fundador del grupo de mercenarios Wagner, ha reconocido la "injerencia" del Kremlin en las elecciones legislativas que se celebran este 8 de noviembre en Estados Unidos, las conocidas como midterm, en las que se renuevan la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. La Casa Blanca no está "sorprendida" por esta admisión. En las urnas, además de leyes fundamentales del presidente Joe Biden o un impulso a la candidatura en 2024 de Donald Trump está en juego el futuro de Ucrania. Putin se frota las manos ante una victoria republicana.
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"Hay injerencia y seguiremos haciéndolo con precaución, precisión, de manera quirúrgica, a nuestra manera", ha declarado Prigozhin, citado en una publicación en redes sociales de su empresa Concord. Sujeto a sanciones de Washington, está acusado de haber interferido ya en procesos anteriores, incluidas las presidenciales de 2016. En aquella campaña, este poderoso hombre estuvo detrás de la creación de una "granja de trolls" en redes sociales, es decir de perfiles falsos, para favorecer las aspiraciones de Trump, que acabó imponiéndose a la demócrata Hillary Clinton.
Prigozhin, de 61 años, es uno de los señalados por la investigación del fiscal especial Robert Mueller por lo ocurrido en 2016, cuando una campaña de intoxicación sembró la confrontación en la opinión pública, que empezó a manejar información falsa principalmente sobre Clinton. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, no ha podido sino asumir que Rusia está detrás de canales de extrema derecha que estas últimas semanas han trabajado a destajo para desacreditar a los candidatos demócratas, por lo que lo dicho por el aliado de Putin no supone ninguna novedad.
El empresario Yevgeny Prigozhin en el documento de búsqueda del FBI.
"Ni un centavo a Ucrania"
Sí resulta llamativo que Prigozhin, que hasta la fecha había negado todas las acusaciones, deje de lado su carácter reservado para no ya confirmar la injerencia, sino para reivindicarla y comprometerse a seguir llevándola a cabo. Se especula que pretende ocupar un alto cargo en el Gobierno o aumentar sus ingresos vía Kremlin. Prigozhin puede facilitar la guerra a Putin en un momento crítico en el que acumula derrotas en el campo de batalla y pierde territorio conquistado y hasta anexionado.
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Estados Unidos es de largo el país que más ha ayudado económica y militarmente a Ucrania desde el inicio de la invasión, con cerca de 60.000 millones de dólares. Si los republicanos toman el control de las cámaras pasadas las midterm -como pornostican los principales sondeos-, de ellos dependerá que esto siga siendo así. El corte trumpista de la mayor parte de aspirantes augura malas noticias para Kiev: abogan por el 'America first', por priorizar los recursos para los estadounidenses.
La ultraderechista Marjorie Taylor Greene, congresista, ha azuzado al electorado proclamando que "con los republicanos, ni un céntimo más para Ucrania". Es la misma dirigente que sostiene que la agresión al marido de Nancy Pelosi tuvo lugar porque éste no tenía un arma con la que podría haberse defendido.
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La violencia es otra de las consecuencias de las fake news, con el asalto al Capitolio como ejemplo más grave. El Departamento de Seguridad Nacional registra un número de amenazas sin precedentes, incluidos "esfuerzos reales para suprimir el acceso al voto" este martes.