Allen Weisselberg, exdirector financiero de Donald Trump, fue sentenciado este miércoles a cinco meses de prisión tras declararse culpable el mes anterior de cargos de perjurio por engañar a investigadores y a un juez sobre las finanzas del expresidente estadounidense.
La condena, impuesta por la juez Laurie Peterson, supone la segunda entre rejas para el ayudante del actual candidato presidencial. La sentencia se llevó a cabo en un tribunal estatal en Manhattan, el mismo lugar donde en cinco días Trump deberá comparecer en juicio por acusaciones de encubrimiento en un escándalo sexual.
El mes pasado, Weisselberg, de 76 años, admitió su culpabilidad en dos cargos de perjurio durante un interrogatorio realizado en 2020 por la oficina del fiscal general de Nueva York, en el contexto de una investigación sobre fraude relacionada con Trump.
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Los cargos derivan del testimonio de Weisselberg en un caso de fraude civil presentado por la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, contra Trump, Weisselberg y otros ejecutivos de la empresa inmobiliaria familiar de Trump. Se les acusa de manipular los valores de las propiedades para engañar a prestamistas y aseguradoras.
Weisselberg testificó el pasado 10 de octubre que no participó en la sobrevaloración de la casa adosada de Trump en Manhattan. Los estados financieros de Trump de 2015 y 2016 valoraron la propiedad en 327 millones de dólares, basándose en su supuesto tamaño de más de 30.000 pies cuadrados, casi tres veces su tamaño real.
La oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, que presentó los cargos contra Weisselberg, argumentó que los correos electrónicos del exdirector financiero demostraban que, de hecho, estaba muy involucrado en la valoración del apartamento.
Después de un juicio que duró meses, el juez Arthur F. Engoron dictó una sentencia de 454 millones de dólares contra Trump. Como consecuencia, Weisselberg, exdirector financiero de la Organización Trump, fue multado con 1 millón de dólares y se le prohibió ejercer funciones financieras para cualquier empresa de Nueva York. Weisselberg había trabajado para la familia del expresidente durante medio siglo.