Donald Trump, expresidente de Estados Unidos y candidato a regresar a la Casa Blanca tras las elecciones de noviembre, ha sido encontrado culpable este jueves por un jurado popular de los 34 cargos que pesaban contra él en el caso en el que se le acusaba de falsificar documentos comerciales para pagar a la actriz porno Stormy Daniels con el fin de que ella no divulgase el encuentro sexual que ambos mantuvieron en 2006.
El jurado de Nueva York, compuesto por 12 miembros, le ha declarado culpable de los 34 cargos, convirtiéndole en el primer expresidente de la historia del país que es condenado en un juicio penal. Para ello ha deliberado durante dos días, hasta que ha llegado a la decisión por unanimidad.
El juez tendrá que decidir ahora qué pena imponer, con un máximo de cuatro años de prisión, si bien lo habitual en casos de falsificación de documentos comerciales suele ser una multa económica y, en algún caso, penas de hasta un año de cárcel. La sentencia se dará a conocer el 11 de julio, tres días antes de la Convención Nacional Republicana en la que Trump será previsiblemente nominado como candidato del partido a la Casa Blanca.
En este sentido, Trump no ha desaprovechado la ocasión para sacar rédito político. "Soy inocente, estoy peleando por el país y la Constitución. El verdadero veredicto será el 5 de noviembre [en alusión a la fecha de las elecciones]. Esto lo ha hecho el gobierno de Biden, es una vergüenza. Lucharé hasta el final y ganaré", ha asegurado un alicaído Trump a la salida del juzgado, adelantando su previsible decisión de apelar.
Incluso aunque la apelación se resolviese antes de las elecciones y se confirmase la condena penal, Trump podrá presentarse como su candidato a los comicios presidenciales de noviembre. De hecho, podría concurrir aunque sea condenado a prisión, pudiendo jurar el cargo desde la cárcel.
Minutos más tarde, ya en redes sociales, se ha proclamado "preso político". "Me acaban de condenar en un JUICIO AMAÑADO que pretende interferir en nuestras elecciones", ha indicado el candidato republicano a la Casa Blanca en un mensaje en el que aparece retratado con su habitual traje, el puño en alto, semblante de sufrimiento y en el pie de foto las palabras "PRESO POLÍTICO".
Reacciones políticas
Todo el panorama político estadounidense ha salido en tromba a valorar la decisión del jurado. Entre los partidarios de Trump, destaca el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien ha señalado que hoy es un día "de la vergüenza en la historia de EEUU" y habla de 'lawfare' por haber condenado al expresidente bajo "cargos ridículos".
"El uso como arma de nuestro sistema judicial ha sido un sello de la Administración Biden, y la decisión de hoy es otra evidencia más de que los demócratas no se detendrán ante nada para silenciar a los disidentes y machacar a sus oponentes políticos", ha indicado Johnson en un comunicado.
Para el senador Marco Rubio de Florida, cuyo nombre figura en la quiniela de posibles vicepresidentes de Trump, el veredicto supone una "burla" al sistema judicial estadounidense, un "show político" llevado a cabo por un juez "abiertamente" pro Biden, que en su opinión demuestra que el bando demócrata hará todo lo que esté en su mano para mantenerse en el poder.
Por su parte, la campaña de Joe Biden ha señalado a Trump como "condenado felón" y ha recordado que "nadie está por encima de la ley". Pese a ello, el portavoz de campaña, Michael Tyler, ha subrayado que "sólo hay una vía de mantener a Donald Trump fuera del Despacho Oval: en la urna".
Las encuestas de opinión muestran que Trump y Biden, de 81 años, están enfrascados en una reñida carrera por la presidencia. De hecho, la media de las encuestas de Fivethirtyeight concede 1,6 puntos de ventaja al republicano sobre el actual presidente, con 41,2% frente a 39,6%.
Pese a ello, las encuestas de Reuters/Ipsos señalaron que un veredicto de culpabilidad podría costarle a Trump algo de apoyo de los votantes independientes y republicanos.
El juicio
En el transcurso de las varias semanas del juicio, el primero de este tipo a un exmandatario, el exabogado de Daniels, Keith Davidson, dijo que negoció un pago de 130.000 dólares en 2016 para comprar el silencio de Daniels (cuyo nombre real es Stephanie Clifford) mediante un acuerdo de confidencialidad que ocultase la aventura con el magnate diez años atrás.
El intermediario en esa negociación fue Michael Cohen, antiguo abogado y mano derecha de Trump, quien se espera ahora que sea uno de los testigos estrella de la Fiscalía.
En el proceso judicial, la defensa de Trump alegaba que la actriz porno simplemente buscaba lucrarse con el caso, la acusó de inventarse todo el relato y de cambiar sus versiones desde la primera denuncia.
El miércoles, Trump se comparó con la Madre Teresa de Jesús señalando que, a su juicio, ni la mismísima santa podría "salir airosa" de los cargos a los que se enfrenta en su "amañado" proceso penal.
El encuentro sexual
Según el relato de la fiscalía, el entonces magnate de 59 años y la actriz de 27 se conocieron en un torneo de golf en el año 2006. El guardaespaldas de Trump le pidió su teléfono y ese mismo día, Daniels acudió a la habitación de hotel del futuro presidente.
Trump la recibió en pijama de satén, algo que sorprendió a la joven, quien le pidió que se cambiase, lo cual Trump hizo rápidamente. Tras más de dos horas de conversación, Daniels fue al baño y, según asegura, se encontró al salir a un Trump tumbado en la cama de forma insinuante en ropa interior.
Daniels dijo que pese a que no fue drogada ni tomó alcohol, no podía recordar "cómo terminó ahí", pero sí que practicó sexo sin preservativo con Trump. "Nunca dije 'no' porque nunca dije nada", recordó.
La actriz explicó que volvió a ver a Trump en varias ocasiones y que en una de ellas el magnate intentó tener relaciones de nuevo. Sin embargo, no pasó nada porque ella le dijo que estaba con el periodo. Esa fue la última vez que se vieron en persona, pero sí hablaron por teléfono sobre la posibilidad de aparecer en su programa de televisión en varias ocasiones, algo que nunca se materializó.