Palestinos examinan los daños causados por el Ejército israelí en la franja el 30 de mayo.

Palestinos examinan los daños causados por el Ejército israelí en la franja el 30 de mayo. REUTERS Gaza

Oriente Próximo

Irán arma a los hutíes y apoya a Irak y Hezbolá tras anunciar Israel que alargará la guerra

Durante la guerra, Hamas ha sabido explotar al máximo sus recursos, cediendo territorio, sí, pero manteniendo en su poder a los rehenes.

31 mayo, 2024 03:08

El Consejero Nacional de Seguridad de Israel, Tzachi Hanegbi, afirmó este miércoles en rueda de prensa que, probablemente, la guerra en Gaza se prolongará hasta finales de año. Eso serían siete meses más de lucha en una tierra que lleva ya casi ocho viendo bombardeos noche y día.

Según Hanegbi, esos siete meses extra son necesarios para acabar con la resistencia de Hamás y evitar que siga habiendo reagrupaciones de fuerzas como las que estamos viendo en Jabalia (Gaza City) o en determinados barrios de Jan Yunís.

El objetivo, como al principio de la invasión, es acabar con toda la capacidad operativa y de mando por parte de la banda terrorista. El problema es que, hasta el momento, Hamás ha sabido explotar al máximo sus recursos, cediendo territorio, sí, pero manteniendo en su poder a los rehenes que no fueron liberados en las negociaciones de noviembre, y escondiendo a sus dos grandes líderes militares, Yahya Sinwar y Mohammed Deif.

El fiscal del Tribunal Penal Internacional pidió recientemente una orden de arresto contra ambos como organizadores de la masacre del 7 de octubre, pero su paradero se desconoce por completo.

Hanegbi no aclaró exactamente qué iba a cambiar en los próximos siete meses para revertir la dinámica de los ocho anteriores.

El 'Plan A' de Israel

Los bombardeos masivos sobre territorio palestino han provocado la muerte de miles de civiles (aquí, los datos de Hamás y los de la ONU no coinciden, así que sería prudente no aventurar una cifra exacta) y el desplazamiento de cientos de miles de personas que han visto cómo sus hogares eran arrasados en medio de la batalla.

Da la sensación de que Israel piensa aferrarse a su Plan A el tiempo que haga falta sin considerar otras opciones como podría ser una mayor precisión en los ataques o la formación de una coalición de gobierno árabe que pueda hacerse con el poder en la Franja antes de destruirla por completo, como solicitan sus aliados.

De hecho, es público y notorio el desacuerdo entre Estados Unidos y el estado hebreo en torno a la táctica a emplear. Lo ha sido desde el primer momento y especialmente en los últimos meses ante la posible invasión terrestre de Rafah.

Es cierto que nadie entiende bien en qué consisten las líneas rojas que marcó Biden hace ya más de un mes ni cuándo exactamente va a considerar que se han sobrepasado, pero, al menos oficialmente, su administración se opone a cualquier acción en Rafah que ponga en riesgo aún más vidas inocentes.

Rehenes y túneles

Tal vez por eso, el ministro de defensa Yoav Gallant llamó en la noche del miércoles al jueves a su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, y le explicó de nuevo la necesidad de continuar las operaciones militares, frente al parecer de Biden y de la Corte Internacional de Justicia, dependiente de la ONU.

Según Gallant, hay información precisa y concreta que confirmaría la presencia de varios rehenes en Rafah. Aparte, la limpia del Corredor Philadelphia, la franja que separa Israel del Sinaí, habría revelado la existencia de al menos veinte túneles de Hamás, utilizados por los terroristas para entrar en el país vecino y reabastecerse.

Esta argumentación se ha repetido ya demasiadas veces para justificar el ataque a un núcleo urbano sin apenas éxito. Hasta ahora, las FDI solo han podido rescatar a tres de los rehenes de las manos de los terroristas.

Otros tres consiguieron fugarse de sus captores, pero fueron asesinados a quemarropa por fuego amigo. En cuanto a los túneles, no parece que Israel tuviera conciencia clara de su número ni de su extensión cuando empezó la guerra y eso está siendo un gran problema.

Los túneles 

No es solo que los líderes de Hamás y varios de sus hombres puedan esconderse ahí y reaparecer donde les plazca. O que los terroristas puedan desplazar a los rehenes con relativa facilidad y al margen del conocimiento israelí.

El verdadero problema de los túneles es que es casi imposible entrar en ellos. Esa sería la solución más rápida a este conflicto en un mundo ideal, pero a su vez supondría una maniobra arriesgadísima para las FDI, pues desconocen el terreno y pierden toda su ventaja armamentística.

Sea como fuere, la respuesta de Austin a la petición de Gallant no se ha hecho pública, aunque tampoco se esperan grandes sorpresas. La administración Biden se mueve estos meses entre las presiones de su ala más izquierdista, que le reprocha el apoyo excesivo a Israel y las presiones del Partido Republicano, que le reprocha su apoyo insuficiente al gobierno de Netanyahu.

Sin ir más lejos, la excandidata a la nominación, Nikki Haley, aprovechó su visita a un complejo militar israelí junto a la frontera con Líbano para escribir "acabad con ellos" en una de las bombas destinadas a explotar en Gaza. Haley fue embajadora de EEUU en la ONU durante los primeros dos años de la administración Trump.

El despertar de Irán

No era la primera vez que Haley utilizaba esa frase, que ya había hecho suya en redes sociales. La exgobernadora también acusó a China, Rusia e Irán de estar detrás de la masacre del 7 de octubre y, en particular, señaló al régimen de los ayatolas como gran financiador del terrorismo en Oriente Medio.

Por su parte, Kazem Gharib Abadi, secretario general del Consejo General de Derechos Humanos (sic) de Irán, criticó duramente a Haley y, de paso, al gobierno de Estados Unidos, por permitir el uso de sus armas para el ataque a civiles.

Tras varios días de lógica confusión tras la muerte del presidente Ebrahim Raisí, parece que Irán vuelve a la carga. El país liderado por Ali Jamenei anunció esta semana su voluntad de armar a los hutíes con misiles balísticos para atacar a los barcos que cruzan el Golfo de Adén rumbo al Mar Rojo.

La milicia hutí, auspiciada económica y militarmente por el régimen de Teherán, ocupa desde hace años el sudoeste de Yemen, ante la impotencia del gobierno legítimo.

Irak e Iran negocian

Su intento de acabar con el comercio en el Mar Rojo ha provocado varios bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido sobre sus posiciones de ataque y la condena de la gran mayoría del mundo árabe, empezando por los saudíes.

Aparte, el ministro de interior iraquí está ahora mismo de visita en Teherán para negociar un acuerdo entre ambos países. Tras décadas de hostilidad mutua, Irán ha conseguido una enorme influencia en la parte de Irak que ya no está controlada por estadounidenses y rusos, después del solar que dejó ahí el ISIS.

La 'ironía' de Jamenei

En los últimos días, también se han incrementado los ataques de Hezbolá sobre el norte de Israel, tras los cuales es imposible no ver la mano de Jamenei y los suyos.

Precisamente, Jamenei, consciente de la compleja situación de Joe Biden y de sus delicados equilibrios, sacó un comunicado este jueves a través de la agencia estatal de información IRNA.  En el mismo felicitaba por su valentía "a los universitarios estadounidenses" por sus protestas en favor de Palestina y en contra de la acción de su gobierno.

Sobre la ironía de que Jamenei, quien ha castigado con una represión de acero los movimientos universitarios en su país, haga estas declaraciones, ya hablaremos en otro momento.