Steve Bannon, exasesor de Donald Trump en la Casa Blanca y una de las figuras más influyentes de la ultraderecha de EEUU, ingresó este lunes a la prisión federal de Danbury, en Connecticut, para cumplir con la condena de cuatro meses de prisión impuesta por desacato al Congreso.
Bannon se presentó ante las autoridades penitenciarias después de que el pasado viernes el Tribunal Supremo de EEUU tumbara su petición de suspender su ingreso en la cárcel mientras recurría una sentencia por desafiar una citación parlamentaria en el comité que investigaba el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
En declaraciones a los periodistas ante de su entrada en prisión, Bannon se ha declarado "un prisionero político". "Estoy orgulloso de ir a prisión hoy. No solo no tengo ningún arrepentimiento, estoy orgulloso de lo que hice", añadió.
El cumplimiento de la condena hará que Bannon esté en prisión hasta casi el día de las elecciones presidenciales, el 5 de noviembre, por lo que no podrá comunicarse con los seguidores de su podcast 'War Room', ya que en las prisiones federales estadounidenses no hay acceso a internet ni a las redes sociales.
Bannon fue condenado el 21 de octubre de 2022 a cuatro meses de prisión después de ser declarado culpable por un jurado por dos cargos menores de desacato al Congreso. Uno de ellos por no acudir ante la comisión de la Cámara de Representantes que investigaba el asalto al Capitolio y otro por negarse a proporcionar documentos relacionados con su participación en los intentos de Trump por anular la derrota que sufrió en las elecciones de 2020 ante el demócrata Joe Biden.
En 2021, el propio Trump indultó a Bannon por cargos criminales federales que lo acusaban de estafar a seguidores del presidente republicano en una supuesta recaudación de fondos privados para levantar un muro en la frontera entre EEUU y México. Sin embargo, el exasesor del magnate está a la espera de juicio por cargos estatales relacionados con dicha recaudación de fondos.
Bannon es una figura muy influyente en la ultraderecha de EEUU. Fue un asesor clave en la campaña presidencial de Trump en 2016 y luego se desempeñó como su estratega jefe en la Casa Blanca durante 2017 antes de que ambos rompieran su relación, aunque posteriormente se reconciliaron.