Trump, a convencer a los republicanos moderados en la convención donde revelará a su 'número 2'
La multitudinaria reunión arranca este lunes para confirmar la candidatura de Trump, reforzado en las encuestas a pesar de tratarse el primer expresidente convicto en un juicio penal de la historia de EEUU.
15 julio, 2024 03:53Hacer Estados Unidos más rico, más seguro, más fuerte y más grande otra vez. Con esos cuatro eslóganes derivados de su archiconocido "Make America Great Again", el exmandatario de Estados Unidos, Donald Trump, lanzará formalmente su campaña a la reelección desde Milwaukee, en pleno medio-oeste industrial, un día después de sobrevivir a un atentado que ha dinamitado la polarizada carrera hacia la Casa Blanca.
Se desconoce cómo afectará el suceso al transcurso del evento, pero el Partido Republicano ha confirmado que se celebrará según lo previsto ante 50.000 asistentes y millones de espectadores por televisión. Según el programa inicial, Trump iba a dirigirse al público en la clausura del jueves, aunque igual improvisa una intervención el mismo lunes.
Además, el expresidente dará a conocer su compañero de candidatura y aspirante a la vicepresidencia, una incógnita que guarda celosamente.
"Se encuentra bien", afirmó la campaña de Trump. "Está impaciente por unirse a todos en Milwaukee mientras nos preparamos a nominarle para que ejerza como el 47º presidente de Estados Unidos".
El equipo del exmandatario había planteado la convención como una oportunidad de aprovechar la crisis de popularidad de Joe Biden para apelar al votante moderado. La elección del lugar era clave: en el estado bisagra de Wisconsin, que Trump perdió por unos 20.000 votos en los comicios de 2020.
"En este momento, es más importante que nunca que nos mantengamos unidos y mostremos nuestro verdadero carácter como estadounidenses, manteniéndonos fuertes y decididos y no permitiendo que el mal gane", indicó Trump este domingo en su red social Truth.
Economía e inmigración
Se prevén cuatro noches temáticas dedicadas a la economía, la inmigración, la seguridad y su visión patriótica, en las que Trump debe presentar también su programa electoral, que según los adelantos publicados es más nacionalista que los anteriores (2016 y 2020), pero menos conservador en asuntos tan divisivos como como el aborto.
El protocolo electoral estadounidense estipula que los partidos confirmen a su candidato, aunque haya ganado en las primarias, en una gran convención que sirve además para fijar las lineas ideológicas de los próximos años.
Y los republicanos llegan primeros a la cita con el viento a favor, inimaginable hace unas semanas: las voces internas que desafiaron a Trump se han apagado por completo y el exmandatario disfruta de una clara ventaja en las encuestas, incluso de seis puntos, después de que el Supremo decretara a su favor una inmunidad parcial que suspende sus causas judiciales pendientes.
Además, mientras el caos se desata en el Partido Demócrata tras la desastrosa aparición de Biden en el pasado debate, entre las filas republicanas parece no haber afectado la reciente condena dictada por un juzgado de Nueva York contra Trump por los sobornos que pagó con fondos de campaña en 2016 a la actriz porno Stormy Daniels.
Son las contradicciones de Trump: de vida disoluta pero apoyado por los sectores más conservadores, con sus negocios arruinados pero defendiendo su gestión económica y defenestrado hace meses por su propio partido pero dictando ahora el futuro del mismo.
A por el voto de mujeres, jóvenes a hispanos
Según el Washington Post, los asesores de la campaña han preparado una convención que busca aprovechar esos contrastes para suavizar la imagen de Trump, dejar atrás su negativa a aceptar el resultado de los comicios de 2020 y borrar su complicidad en el infame asalto al Capitolio.
La estrategia se centrará en hablar en positivo para ganar entre los grupos demográficos que perdió en las elecciones pasadas y con la atención puesta en siete estados bisagra, los que decantarán la victoria el 5 de noviembre, por este orden: Pensilvania, Wisconsin, Michigan, Georgia, Carolina del Norte, Nevada y Arizona.
Así, los discursos apelarán a grupos tan diversos como las clases trabajadoras de las zonas industriales deprimidas, la diáspora hispana, las familias de clase media preocupadas por la seguridad en las ciudades y los jóvenes que han visto descender su poder adquisitivo.
Trump ya ha marcado distancias con el 'Proyecto 2025', una agenda ultraconservadora impulsada por sus antiguos asesores que ha generado controversia por sus postulados ultrarreligiosos y empeño en reforzar los poderes del Ejecutivo frente al Congreso y los tribunales.
"No sé nada. No tengo ni idea de quién está detrás. Estoy en desacuerdo con algunas de las cosas que dice y algunas de esas cosas que dice son absolutamente ridículas y abismales. Todo lo que hagan les deseo suerte, pero no tengo nada que ver con ellos", escribió el expresidente en su red social Truth hace unos días.
La semana pasada el Partido Republicano aprobó de manera oficial una "plataforma electoral", algo así como el borrador de un programa, que modificaba tres puntos habituales en las campañas anteriores: sobre el aborto, elimina la intención de promover una prohibición estatal; sobre el matrimonio, anula la definición de "unión tradicional entre hombre y mujer"; y de la deuda solo se refiere a "reducir el malgasto de dinero gubernamental".
El resto del documento, llamado 'Estados Unidos primero: un regreso al sentido común', mantiene las líneas definidas por Trump en otros ámbitos como el endurecimiento de la política migratoria con deportaciones en masa y prácticas de proteccionismo comercial, incluidos nuevos aranceles.
De manera insólita, y evidencia clara del liderazgo de Trump sobre todo el partido, también se incluye una referencia a la "persecución judicial impulsada por los demócratas" que él afirma estar sufriendo y que el atentado no ha hecho más que reforzar.
La incógnita del vicepresidente
Las normas del partido exigían designar la candidatura, incluido el nombre del aspirante a vice, antes del arranque de la convención. Pero también fruto del personalismo de Trump aún no se conoce el compañero de ticket en la carrera del magnate por regresar a la Casa Blanca.
Lo único que ha dicho hasta el momento es que seleccionará a alguien "que le haga ganar" y hay tres favoritos: J.D. Vance, senador por Ohio; Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte; y Marco Rubio, senador por Florida.
La elección más obvia sería la de Vance, un político respetado entre los conservadores por su perfil intelectual: su libro de memorias sobre la vida rural estadounidense, 'Hillbilly Elegy', fue todo un fenómeno literario y llegó a adaptarse a la gran pantalla.
Con una joven imagen a sus 39 años destacaría una lucha entre un candidato de 81 (Biden) y otro de 78 (Trump), y además gozaría de popularidad en el decisivo "cinturón industrial" del país. Sin embargo, sus planteamientos tan conservadores podrían alejar a votantes de otras zonas y hay una ristra de antiguas declaraciones de Vance contra Trump que los demócratas usarían para desestabilizar la campaña.
Por otra parte, el nombramiento de Marco Rubio supondría un impulso entre los votantes hispanos, sobre todo los originarios de Venezuela y Cuba que ven en Trump un antídoto contra el socialismo de sus países. El apoyo de Rubio en Florida es férreo: ha recabado más votos en ese estado que el propio Trump y atrae tanto a votantes conservadores como moderados.
"Traería a más hispanos al Partido Republicano y creo que sería un gran vicepresidente", afirmó el congresista Carlos Gimenez, también de Florida, recientemente en la cadena de noticias Fox News.
De Burgum, el propio Trump ha dicho "que le respeta mucho" y es una persona "de gran calidad". Actualmente ejerce como gobernador de Dakota del Norte pero su historia de éxito en los negocios del mundo digital reforzarían el acento en la economía que el exmandatario trata de poner en su campaña. De hecho, el Wall Street Journal apoyó su nombramiento en un editorial.
Sea quien sea, con Biden aparcado en la cuneta por los suyos, Trump y su futuro compañero de campaña, arrancarán desde Milwaukee esta insólita carrera electoral con el horizonte cada vez más despejado.