El Supremo de EEUU suspende la ejecución de un hombre condenado por asesinato en Texas
Rubén Gutiérrez fue sentenciado hace más de 25 años por robar a una anciana y acabar con su vida tras golpearla y apuñalarla repetidamente.
17 julio, 2024 03:11El Tribunal Supremo de EEUU suspendió la ejecución programada para este martes en el estado de Texas de Rubén Gutiérrez, de 47 años, condenado a muerte por el asesinato de una mujer de 85 años en 1998.
El Supremo decidió suspender la ejecución minutos antes de la hora programada, y argumentó que está pendiente de resolución una solicitud para que el caso de Gutiérrez sea revisado por una instancia judicial más alta que la que lo juzgó.
Gutiérrez defiende su inocencia y sus abogados habían solicitado la suspensión de la ejecución argumentando que Texas le negó el derecho a hacer un test de ADN posterior a su condena que aseguran lo exoneraría del asesinato, según el periódico LA Times.
El hombre, nacido en Florida, fue condenado hace más de 25 años por el asesinato de Escolastica Harrison en la ciudad de Brownsville, al sur de Texas.
Las autoridades aseguran que Gutiérrez, junto a otras dos personas -René García y Pedro Garza- entraron por la fuerza a la casa de Harrison para robar un dinero que ella tenía guardado en una caja fuerte.
La anciana fue golpeada repetidamente y apuñalada varias veces en la cabeza, lo que provocó su muerte. El sujeto y sus cómplices huyeron de la residencia con un mínimo de 56.000 dólares, según las autoridades penitenciarias texanas.
En 1999, un jurado condenó a Gutiérrez y desde entonces, ha estado tras las rejas. Su ejecución ha sido aplazada en varias ocasiones, principalmente porque el abogado del reo ha pedido que un sacerdote esté presente cuando se le aplique la inyección letal a su cliente.
El nieto de Harrison, Alex Hernández, iba a estar presente durante la ejecución, que tendría lugar en el Centro Penitenciario Estatal en Huntsville, al norte de Houston, según informaron medios locales.
Actualmente en EEUU hay 2.244 prisioneros en el corredor de la muerte, la mayoría de ellos en California, Florida y Texas, según datos de la organización Death Penalty Information Center.
Desde que el Tribunal Supremo reintrodujo en 1976 la pena de muerte, han sido ejecutadas en Estados Unidos 1.591 personas, 588 de ellas en Texas.