El Servicio Secreto de EEUU reconoció este sábado que rechazó varias peticiones de recursos y personal adicionales por parte del equipo de seguridad de Donald Trump en los dos años previos a su intento de asesinato el pasado fin de semana en un mitin en Pensilvania.
Esta información revelada por The Washington Post y The New York Times contradice la versión que el portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, dio tan solo un día después del intento de magnicidio. "La afirmación de que un miembro del equipo de seguridad del expresidente solicitó recursos de seguridad adicionales que el Servicio Secreto de Estados Unidos o el Departamento de Seguridad Nacional rechazaron es absolutamente falsa".
La agencia está en el ojo del huracán después de que un joven de 20 años, Thomas Crooks, lograra situarse el pasado sábado en un tejado a solo 150 metros del acto electoral del magnate y disparara con un rifle tipo AR-15 hiriendo en la oreja al propio Trump y a otras dos personas, además de acabar con la vida de un asistente al mitin.
Una semana después del intento de magnicidio, el portavoz del servicio secreto cambia de versión en un comunicado que ha hecho llegara los diarios The Washington Post y The New York Times.
Guglielmi indica ahora que la agencia habría obtenido nueva información que indica que el Servicio Secreto podría haber negado algunas solicitudes de seguridad adicional del equipo de Trump.
"El Servicio Secreto tiene una misión amplia, desafiante e intrincada. Todos los días trabajamos en un entorno de amenazas dinámico para garantizar que nuestros protegidos estén seguros y a salvo en múltiples eventos, viajes y otros entornos difíciles. Ejecutamos una estrategia integral y en capas para equilibrar el personal, la tecnología y las necesidades operativas especializadas", ha defendido.
El propio Trump, en una entrevista este sábado aFox News, se preguntó como el francotirador fue capaz de llegar hasta ese tejado, al tiempo que aseguró que nadie le advirtió sobre un problema antes del mitin en Pensilvania. "Nadie lo mencionó, nadie dijo que había un problema. Habría esperado 15, podrían haber dicho esperemos 15 minutos, 20 minutos, 5 minutos, algo. Nadie dijo nada", declaró.
Una semana después del atentado, el FBI, que lidera la investigación sobre lo sucedido, sigue sin esclarecer el motivo del atacante mientras crecen las llamadas de los representantes políticos para que la jefa del Servicio Secreto asuma responsabilidades.
El Gobierno de Joe Biden también está realizando una investigación independiente sobre los fallos, ha reforzado el dispositivo de seguridad de Trump y ha dotado de agentes del Servicio Secreto al candidato independiente Robert Kennedy Jr.