La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, embarca este lunes en el Air Force Two.

La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, embarca este lunes en el Air Force Two. Reuters

EEUU

El apoyo de Nancy Pelosi y los gobernadores a Kamala Harris da por zanjado el debate de la sucesión

La vicepresidenta no cuenta aún con el beneplácito del peso pesado del Partido Demócrata: el expresidente Barack Obama.

23 julio, 2024 02:00

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, no ha tardado en consolidar rápidamente el apoyo demócrata a su candidatura presidencial. Tras recoger la batuta del presidente Joe Biden el domingo por la noche, la posible rival de Donald Trump en noviembre ha terminado el lunes con el compromiso de cientos de delegados de la convención demócrata -y donantes- en el bolsillo.

Es especialmente significativo el respaldo de la expresidenta de la Cámara de los Representantes Nancy Pelosi, ya que en un primer momento esta fue defensora de celebrar unas nuevas elecciones primarias. El lunes, Pelosi dijo que prestaba su "apoyo entusiasta" al esfuerzo de Harris por liderar el partido. A Pelosi se unen también los gobernadores de algunos estados clave, como el californiano Gavin Newsom. Sin embargo, Harris no cuenta aún con el beneplácito del peso pesado del Partido Demócrata, el expresidente Barack Obama.

Harris, a quien Biden apoyó tras poner fin a su candidatura, es hasta ahora la única que se ha ofrecido a sustituir al presidente. Desde el domingo, la vicepresidenta ha procurado el apoyo de la mayoría de los delegados. Y lo ha conseguido. Además de Pelosi, Newsom o los Clinton, el lunes se pronunciaron a favor de Harris los gobernadores de Maryland, Míchigan, Illinois y Kentucky.

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Según Associated Press, más de 1.150 delegados han anunciado que apoyarán a Harris en la convención, lo que supone más de la mitad de los delegados que necesita para hacerse con la nominación. Las normas de la Convención Nacional Demócrata fijaron recientemente en 1.976 los delegados comprometidos para ganar la nominación. Además de consolidar la candidatura de Harris, todos los apoyos recibidos en las últimas horas por la vicepresidenta reducen la lista de posibles contrincantes dentro del partido.

Ganar la nominación es sólo el primer punto de la lista de tareas políticas a la que se enfrenta Harris tras la decisión de Biden de abandonar la carrera. En caso de lograr ser la representante demócrata en las elecciones de noviembre, la actual vicepresidenta también deberá elegir a su compañero de fórmula y poner en marcha una operación política masiva para impulsar su candidatura en lugar de la de Biden, a poco más de 100 días de las elecciones.

El domingo por la tarde, la campaña de Biden cambió formalmente su nombre por el de Harris for President, lo que refleja que ella hereda su operación política de más de 1.000 empleados y un fondo de casi 96 millones de dólares a finales de junio. Harris añadió 81 millones de dólares a ese total en las primeras 24 horas después del apoyo de Biden, según informó su campaña, un récord de recaudación de fondos presidenciales, con contribuciones de más de 888.000 donantes.

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La vicepresidenta pasó gran parte del domingo rodeada de familiares y personal, y haciendo más de 100 llamadas a funcionarios demócratas para alinear su apoyo a su candidatura, según una persona familiarizada con el asunto que habló con AP bajo condición de anonimato para discutir el esfuerzo. Pero Harris no tardó en obtener el apoyo de los líderes de varios grupos y organizaciones políticas influyentes, entre ellos el AAPI Victory Fund, que se centra en los votantes asiático-americanos y de las islas del Pacífico, The Collective PAC, centrado en la construcción del poder político negro, y el Latino Victory Fund, así como los presidentes del Congressional Progressive Caucus y el Congressional Hispanic Caucus y todo el Congressional Black Caucus. Harris, de ser elegida, sería la primera mujer y la primera persona de ascendencia sudasiática en ser presidenta.

Cabe destacar que un puñado de hombres que ya se habían barajado como posibles compañeros de fórmula de Harris -el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, y el senador de Arizona, Mark Kelly- también emitieron rápidamente declaraciones respaldándola. Todos se han unido a la fiesta... menos el expresidente Barack Obama, que por el momento se ha abstenido de un apoyo inmediato. Algunos en el partido han expresado su preocupación de que el rápido cambio a Harris parecería ser una coronación, según el New York Times, por lo que el silencio de Obama podría ser entendido como un ejercicio de prudencia.

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En un principio, la Convención Nacional Demócrata se celebrará del 19 al 22 de agosto en Chicago. El comité de reglas de la convención tiene previsto reunirse esta semana para finalizar su proceso de nominación y no está claro cómo se ajustará para reflejar la salida de Biden. Su presidente, Jaime Harrison, ha dicho en un comunicado que el partido "emprenderá un proceso transparente y ordenado" para seleccionar a "un candidato que pueda derrotar a Donald Trump en noviembre".