Kamala Harris en la Convención Nacional Demócrata

Kamala Harris en la Convención Nacional Demócrata Reuters

EEUU

Harris desconcierta a Trump desde Chicago: la unidad demócrata la aúpa aún más en los sondeos

En los cuatro días de Convención, el partido ha demostrado un apoyo sin fisuras a la candidatura de Kamala Harris: "Yes, she can".

22 agosto, 2024 23:21
Javier Collado Agencias

Ni en los mejores sueños del más optimista seguidor del Partido Demócrata se habría recogido hace un mes la situación actual de la lucha por la Presidencia: con la Casa Blanca a tiro de piedra, con un Trump muy por debajo en las encuestas y sin rumbo en la estrategia de campaña. Pero ese es el momento dorado que atraviesa el partido en el Gobierno, especialmente después de su convención en Chicago.

Como se esperaba, los demócratas han convertido el gran evento de la formación política en una oda constante a Kamala Harris. Dos expresidentes del país, dos exprimeras damas - tres en ambos casos si contamos a los Biden -, varios secretarios del Ejecutivo, un puñado de gobernadores, congresistas y senadores se han congregado para impulsar a su candidata con un entusiasmo y una unidad que no se recuerda en varias décadas.

La inesperada renuncia de Joe Biden a concurrir como candidato cuando la nominación ya se daba por hecha sembró el pánico en las filas del partido, que aún recuerda con horror la Convención Nacional Demócrata de 1968. El miedo a que se repitiera una situación similar de cruenta disputa por el poder retransmitida en vivo a todo el país atenazó a los estrategas políticos de la formación del asno.

Bien al contrario, el hecho de que Biden mostrase explícitamente su apoyo a una candidatura de Harris al tiempo que renunciaba sirvió de acicate para que el partido se uniese en torno a ella. Los nombres que sonaban como presidenciables se apresuraron a dar un paso atrás y entrar en la carrera por la vicepresidencia bajo el liderazgo de la antigua fiscal.

Varios de esos nombres, como Mark Kelly, JB Pritzker o Josh Shapiro, se encuentran entre la larga lista de oradores en la Convención celebrada en Chicago desde el lunes, haciendo del evento la demostración palpable de un apoyo sin fisuras en todo el espectro de los demócratas.

Desde el ala más moderada representada por el propio Biden a la más izquierdista con nombres como Alexandria Ocasio-Cortez o Bernie Sanders han pasado estos cuatro días por el escenario. Y Sanders no es el único que disputase las primarias demócratas años atrás y que haya querido arropar a Kamala Harris: también lo han hecho Cory Booker, Elizabeth Warren, Amy Klobuchar, o el actual secretario de Transportes, Pete Buttigieg.

El apoyo de amplio espectro entre los demócratas parece razonable ante el objetivo mayor de evitar una nueva presidencia de Donald Trump. Más llamativo es que hayan comparecido en la Convención Demócrata algunos miembros del Partido Republicano, como el actual alcalde de Mesa (Arizona), John Giles. Incluso más relevante es que haya intervenido Stephanie Grisham, la secretaria de Prensa de Donald Trump y de su mujer durante toda su estancia en la Casa Blanca, quien aseguró en su discurso que Trump se "burla de sus seguidores" en los encuentros a puerta cerrada.

Cuidado con las encuestas


Con esta inercia de optimismo arrollador entre los demócratas, la media de las encuestas de Fivethirtyeight sigue ampliando la distancia entre Harris y Trump, con más de tres puntos a favor de la californiana (46,9% frente a 43,7%). El independiente Robert F. Kennedy Jr. recabaría un 4,7%, pero se prevé que retire su candidatura en los próximos días.

Sólo un sondeo de los últimos 15 días de aquellos realizados a nivel nacional da una posible victoria de Trump en los comicios del 5 de noviembre. El resto oscilan entre una ventaja de 1 y 6 puntos para la candidata demócrata. El de mayor muestreo, de Morning Consult a 11.500 votantes registrados, concede un 48%-44% a favor de Harris.

Pero el Partido Demócrata parece haber aprendido la lección. O al menos lo ha hecho la principal damnificada de las elecciones de 2016, Hillary Clinton. La exsenadora, exprimera dama y excandidata demócrata no alcanzó la Casa Blanca hace ocho años a pesar de que una abrumadora mayoría de las encuestas le otorgaban una clara mayoría.

"No importa lo que digan las encuestas, no podemos abandonarnos. No podemos caer en los hoyos de las teorías del la conspiración. Tenemos que luchar por la verdad", señaló en su discurso Clinton, quien cosechó casi tres millones de votos más que Trump en 2016, pero perdió el voto de los delegados electorales, que son los que realmente eligen al presidente.

Trump, a la deriva

Mientras, la campaña de Donald Trump sigue sin demostrar una estrategia que pueda darle la vuelta a las encuestas. El republicano puso un cristal antibalas en el estrado en su primer mitin posterior al intento de asesinato de hace unas semanas, subrayando el victimismo al que acostumbra.

Trump aludió en ese acto desde Asheboro (Carolina del Norte) a los ataques que recibió en la Convención Nacional Demócrata por parte de Barack y Michelle Obama. "Ellos siempre dicen 'por favor, señor, cíñase a la política, no lo convierta en algo personal', pero ellos lo hicieron personal toda la noche", se quejó.

El expresidente estadounidense también salió el jueves a pedir el apoyo del aspirante independiente Robert Kennedy Jr., de quien este viernes se rumorea que abandonará su aspiración personal a la Presidencia.

"Lo conozco desde hace mucho tiempo. Es un tipo un poco diferente, un tipo muy inteligente, una muy buena persona. Si me respaldara me sentiría honrado por ello, me sentiría muy honrado. Tiene el corazón en el lugar correcto. Es una persona respetada", dijo en una entrevista telefónica en la cadena Fox News.

El canal CNN avanzó este miércoles que hay conversaciones en curso entre el equipo de Trump y el entorno de Kennedy Jr. para que este último respalde al expresidente y se presente en el mitin que Trump tendrá el viernes por la noche en Arizona.

Hijo del ex fiscal general Robert Kennedy y sobrino del expresidente John F. Kennedy, ambos asesinados, Robert Kennedy Jr., de 70 años, anunció en abril de 2023 su candidatura a las primarias demócratas de cara a competir en las presidenciales del 5 de noviembre, en un claro desafío al presidente, Joe Biden. Kennedy Jr. se retiró de esos comicios internos en octubre para presentarse como candidato independiente.

Trump denunció en Fox News el trato que los demócratas otorgaron a Kennedy Jr.: "Lo trataron muy mal. Fueron muy duros y lo echaron. Básicamente le hicieron imposible que compitiera en las primarias. Creo que habría superado a Biden, porque Biden es muy malo como presidente".