Kamala Harris este jueves durante su discurso en la Convención Demócrata.

Kamala Harris este jueves durante su discurso en la Convención Demócrata. Efe

EEUU

Kamala: "Seré presidenta de todos... Trump no es serio, su triunfo tendría consecuencias graves"

La candidata demócrata promete un liderazgo práctico y con sentido común, defender el derecho al aborto y bajar impuestos a la clase media al aceptar su nominación.

23 agosto, 2024 06:20
Nueva York

"A los Estados Unidos de América: enseñemos al resto del mundo quiénes somos y lo que defendemos". Con esa frase, Kamala Harris resumió sus cuarenta minutos de discurso al cierre de la Convención Demócrata. La actual vicepresidenta y candidata a la Casa Blanca advirtió sobre las "consecuencias serias" que tendría una victoria de Donald Trump e hizo un llamado a la unidad nacional prometiendo que será "presidenta de todos los estadounidenses" mientras recordaba los orígenes migrantes de su familia y su pasado como fiscal para ofrecer un proyecto que refuerce a la clase media.

Tras unas semanas insólitas en la historia de Estados Unidos, en las que Harris asumió improvisadamente el testigo de Joe Biden, la flamante candidata demócrata subió al escenario del United Center de Chicago para aceptar la nominación demócrata a falta de 75 días para unos comicios que no dudó en situar entre “los más importantes de la historia del país”.

“El camino que me llevó aquí hace unas semanas fue, sin duda, inesperado”, admitió a los pocos minutos de llegar al estrado. Esa fue la única mención que hizo a la manera en la que ha llegado a verse en la situación de convertirse en candidata a la presidencia, dando el discurso mas importante de su carrera.

Después de tres noches de cónclave, en las que líderes como los Obama, los Clinton y hasta voces críticas como Bernie Sanders cerraron filas en torno a Harris con discursos entusiasmados, la fractura que se abrió en la formación, y que derivó en la retirada de Biden, parecía una batalla olvidada del pasado.

Así, Harris apareció en torno a las 21:30 de Chicago (4:30 de España), en pleno horario de máxima audiencia televisiva, ataviada con un traje oscuro, sobre un fondo dorado y banderas estadounidenses para recibir una ovación que se alargó durante tres minutos y tuvo que calmar ella misma antes de hablar.

Hace unos meses, su papel como posible sucesora del partido estaba en cuestión por su baja popularidad. Esta noche, parecía la líder soñada por todos los presentes en el inmenso pabellón deportivo que acogió la convención, entre los cuales decenas se vistieron de blanco en honor al movimiento por el sufragio femenino del siglo XX.

A todos ellos, la mujer que aspira a ser la primera presidenta de Estados Unidos, dijo: “Seré una presidenta que nos una en las aspiraciones más elevadas, que lidere y escuche. Que sea realista, práctica y con sentido común. Seré la presidenta de todos los estadounidenses”.

Kamala Harris tras su discurso este jueves en Chicago.

Kamala Harris tras su discurso este jueves en Chicago. Efe

Y al resto advirtió: “Estadounidenses, esta elección no es solo la más importante de nuestras vidas. Es una de las más importantes en la historia de nuestra nación. En muchas maneras Trump es un hombre poco serio, pero las consecuencias de ponerle de nuevo en la Casa blanca son extremadamente serias".

A diferencia de Trump, quien ofreció un discurso de 90 minutos al aceptar la nominación en la Convención Republicana el mes pasado, Harris ajustó su mensaje a los 40 minutos.

El discurso se apoyó en los tres ámbitos que están marcando su campaña electoral: primero, el origen migrante de su familia y su infancia en un barrio de clase obrera; después, la advertencia sobre el trumpismo; y finalmente, promesas electorales en ámbitos como el aborto, la inmigración y los conflictos internacionales.

Israel y Gaza

Incluso se mojó más de lo esperado al hablar de la guerra en Gaza, el mayor punto de fractura entre progresistas y moderados dentro del Partido Demócrata: reivindicó el derecho de Israel a defenderse pero también pidió compasión por las vidas inocentes en Gaza con un aplauso atronador.

“Siempre apoyaré el derecho de Israel a defenderse y que tenga las habilidades para hacerlo, porque no debe sufrir el horror de lo que una organización terrorista llamada Hamás hizo el 7 de octubre”, dijo al introducir un asunto por el que se han organizado protestas los cuatro días de convención en Chicago.

Pero añadió: “Al mismo tiempo, lo que ha pasado en Gaza los últimos meses es devastador. Tantas vidas inocentes perdidas”. Y pidió “seguridad, dignidad, libertad y autodeterminación” para el pueblo palestino.

De esta manara, Harris afrontó el asunto que más puede desmovilizar a una parte del electorado progresista, muy crítico con la histórica alianza de Estados Unidos e Israel.

Harris también se comprometió a apoyar enérgicamente a “Ucrania y a los aliados de la OTAN” y a proteger sus intereses frente a la Rusia de Putin, Irán y Corea del Norte, cuyos gobernantes aseguró que “apoyan a Trump” porque quiere ser un “autócrata como ellos”.

Aborto e inmigración

En clave interna, Harris abordó los dos asuntos que ha liderado durante su vicepresidencia: el aborto y la inmigración. También hubo mención a la sanidad y al control de la venta de armas, pero dejó de lado el cambio climático para no alejar a los votantes de los estados industriales del Medio Oeste, claves en estos comicios.

Sobre el aborto, prometió aprobar una ley que garantiza los derechos reproductivos en todo el país para que todas las mujeres “puedan tomar decisiones libres sobre sus propias vidas”.

Asimismo, recordó que fueron los mismos jueces del Supremo elegidos por Trump quienes derogaron la jurisprudencia que hasta ahora protegía el aborto en Estados Unidos y relató situaciones dramáticas de mujeres que interrumpieron el embarazo de manera clandestina o no pueden hacerlo tras sufrir agresiones sexuales.

Después, pasó a la inmigración: “Reconocemos que somos una nación de migrantes y reformaremos nuestro sistema migratorio roto, con nuevas vías para la ciudadanía”.

También se comprometió a relanzar la ley migratoria que la administración de Biden consiguió consensuar entre republicanos y demócratas y que finalmente no salió adelante en el Congreso.

“Trump cree que una frontera fuerte le perjudica y forzó a sus partidarios para que la dejaran caer”, denunció.

En materia económica, ofreció rebajas de impuestos a las clases medias y una “economía de oportunidades” con el foco puesto en el mercado laboral y el emprendimiento de las zonas menos habitadas del país.

“Sabemos que la clase media ha sido crítica para el éxito de este país y protegerla será mi objetivo”, explicó.

"Para la gente"

La clase media fue el gran hilo de su argumentación. Harris repitió en decenas de ocasiones provenir de la misma, conocerla y entenderla. Recordó su pasado como fiscal defendiendo “a los consumidores de los abusos de los bancos” y a “los trabajadores que vieron reducidos sus salarios”.

“Durante años, cada día, delante de un juez he dicho: ‘Kamala Harris para la gente’. Y durante toda mi vida siempre he tenido un cliente: la gente”, dijo entre aplausos.

Un mantra repetido por los Obama, los Clinton, los Biden y la estrella televisiva Oprah Winfrey. Durante los cuatro días de convención casi todos los discursos han contrastado que Harris “trabaja para la gente” y Trump “para él mismo.

Pero Harris fue más allá y no solo señaló los intereses personales de Trump, también alertó del poder “sin barreras” que obtendría si regresa a la Casa Blanca tras la decisión del Supremo de priorizar su inmunidad como presidente ante sus causas judiciales pendientes.

“Usará los inmensos poderes de la presidencia, no para mejorar vuestra vida, ni incrementar la seguridad, si no para servir al único cliente que ha tenido: él mismo”, atacó.

Fue uno de los pocos puntos combativos del discurso, cuya protagonista principal además de Harris fue su madre, una científica de la India que emigró a California para investigar el cáncer de pecho y que falleció en 2009

“Mi madre tenía una lección que solía repetir: ‘nunca dejes que nadie te diga quién eres, muéstrales quién eres”, concluyó Harris. Ahora le quedan 75 días de campaña para continuar demostrándolo.