Muere Ethel Kennedy, la matriarca de los Kennedy, a los 96 años tras sufrir un derrame cerebral la semana pasada
- Se trata de la viuda del senador Robert F. Kennedy, que suspendió su campaña en agosto pasado para unirse a candidato republicano, Donald Trump.
- Más información: La maldición de los Kennedy: las otras once trágicas muertes de la familia 'real' de EEUU
Ethel Kennedy, la viuda del senador Robert F. Kennedy, asesinado a balazos en 1968, murió este jueves a los 96 años de edad en un hospital tras sufrir un derrame cerebral la semana pasada, según informó su nieto Joseph Kennedy III en una publicación en las redes sociales.
"Con el corazón lleno de amor anunciamos el fallecimiento de nuestra maravillosa abuela, Ethel Kennedy . Ella falleció esta mañana por complicaciones relacionadas con un derrame cerebral que sufrió la semana pasada", dijo Kennedy en una publicación en X.
Considerada la matriarca de una de las familias más importantes de Estados Unidos, Kennedy tuvo 11 hijos, incluido el excandidato presidencial Robert F. Kennedy Jr., que suspendió su campaña en agosto pasado para unirse al expresidente (2017-2021) y candidato republicano, Donald Trump.
Ethel estuvo al lado de su marido durante toda su carrera y también cuando yacía en la cocina de un hotel en 1968, tras ser herido mortalmente por una bala.
Ethel Skakel conoció a Robert, o "Bobby", gracias a su compañera de clase del Manhattanville College, la hermana de Kennedy, Jean, en 1945, durante un viaje de esquí. Kennedy estaba saliendo con la hermana de Ethel en ese momento, pero más tarde inició una relación con ella.
Se casaron en 1950. Ethel resultó ser una buena adición para el clan Kennedy. Al igual que ellos, su familia era adinerada, católica y bulliciosa, aunque republicana.
En 1956, Ethel y Robert estaban esperando su quinto hijo y necesitaban una casa más grande. El hermano de Robert, el futuro presidente John F. Kennedy, les vendió Hickory Hill, una mansión de 13 habitaciones en las afueras de Washington, en McLean, Virginia.
Tragedias familiares
Ethel y Robert quedaron destrozados cuando John fue asesinado en Dallas en 1963. Robert renunció a su cargo de fiscal general nueve meses después para postularse con éxito a un escaño en el Senado de los Estados Unidos, representando a Nueva York. En 1968 decidió buscar la nominación presidencial demócrata.
Poco después de la medianoche del 5 de junio de ese año, la comitiva de Kennedy abandonaba el Hotel Ambassador de Los Ángeles, momentos después de que Kennedy ganara las cruciales primarias demócratas. Cuando salían por la cocina, Sirhan Sirhan, un jordano-palestino de 24 años, disparó contra Kennedy. . Afirmó que el apoyo de Kennedy a Israel era su motivación y sigue en prisión hasta el día de hoy.
Ethel, embarazada del undécimo hijo de la pareja, se había separado de su marido entre la multitud, pero logró llegar hasta él mientras yacía en el suelo de la cocina. Arrodillada, le habló en voz baja e intentó ahuyentar a los fotógrafos.
Ella no se separó de su lado hasta que murió en la madrugada del 6 de junio.
Ethel Kennedy también sufrió otras tragedias familiares. Sus padres murieron en un accidente aéreo en 1955 y ella perdió a un hermano en un accidente aéreo en 1966.
Su hijo David murió de una sobredosis de drogas en 1984, mientras que su hijo Michael murió en un accidente de esquí en 1997.
RFK Jr. tuvo problemas con las drogas que llevaron a un arresto por heroína y en 2019 su nieta Saoirse murió después de una aparente sobredosis.
En 2002, el sobrino de Ethel, Michael Skakel, fue condenado por el asesinato de Martha Moxley, de 15 años, ocurrido 27 años antes, en un caso que apareció en una serie de documentales de televisión.
Ethel se hizo cargo de muchas causas defendidas por su difunto esposo, entre ellas la lucha contra la pobreza, la justicia social y la protección del medio ambiente. Entre sus proyectos más destacados se encuentran la limpieza del río Anacostia en Washington y la restauración del barrio Bedford Stuyvesant en Nueva York.
En 2014, el presidente Barack Obama le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad. "Ella es un símbolo de fe y esperanza perdurables, incluso ante pérdidas y dolores inimaginables", dijo Obama en la ceremonia. "Como su familia les dirá... con Ethel no hay que meterse".
Cuando en una entrevista con la NBC en 2014 le preguntaron qué la había inspirado, Ethel dijo: "Primero, Bobby y su vida, y, por supuesto, Jack".