Trump declarará la emergencia nacional y utilizará al Ejército para la "mayor operación de deportación" de EEUU
- Prevé ampliar una forma de expulsión sin garantías procesales conocida como expulsión acelerada y dejar de expedir documentos que confirmen la ciudadanía, como pasaportes y tarjetas de Seguridad Social.
- Más información: Deportar en masa, producir más petróleo y restringir el aborto: así quiere Trump gobernar (de nuevo) Estados Unidos
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado que tiene previsto declarar la emergencia nacional para movilizar al Ejército para que colaboren en sus planes de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados, que se cifran en 11 millones.
La emergencia nacional otorgará al republicano poderes extraordinarios para aplicar lo que ya ha denominado en el pasado como "la mayor operación de deportación" de la historia de Estados Unidos.
El magnate ha confirmado esta información en su red social Truth Social, en la que reaccionó con un "¡VERDAD!" a una publicación del activista conservador Tom Fitton, quien reveló que la nueva Administración estaba planeando "declarar una emergencia nacional y usar activos militares" para llevar a cabo las deportaciones.
Por el momento, el equipo de Donald Trump no ha ofrecido públicamente detalles específicos sobre cómo se ejecutarán estas deportaciones, aunque esa fue una de sus principales promesas durante la campaña electoral.
Según informa The New York Times, la Administración Trump prevé ampliar una forma de expulsión sin garantías procesales conocida como expulsión acelerada, que en la actualidad se utiliza cerca de la frontera para los recién llegados y en los casos de personas que viven ya en EEUU y no pueden demostrar que llevan más de dos años viviendo en el país.
Además, también planean dejar de expedir documentos que confirmen la ciudadanía, como pasaportes y tarjetas de Seguridad Social, a los bebés nacidos en suelo nacional de padres inmigrantes indocumentados, en un intento de acabar con la ciudadanía por derecho de nacimiento.
Trump ya ha dado muestras de poner en marcha todas estas medidas con dos nombramientos: Stephen Miller, como jefe de gabinete adjunto de su Gobierno y partidario de una línea dura en materia de inmigración, y Tom Homan, próximo responsable de política migratoria y conocido como zar de la frontera por ser el ideólogo de la separación de miles de niños de sus familias en el primer Gobierno de Trump.
Emergencia Nacional
Para implementar este plan, el republicano tiene previsto recurrir a la Ley de Emergencias Nacionales de 1976, que otorga al presidente poderes extraordinarios y le permite esquivar al Congreso para implementar medidas ante lo que debe ser percibido como una amenaza para la seguridad de EEUU.
Cabe recordar que el Congreso otorga a los presidentes amplios poderes para declarar emergencias nacionales a discreción, desbloqueando poderes que incluyen, entre otros, redirigir fondos que los legisladores habían destinado para otros fines. Por ejemplo, durante su primer mandato, Trump ya invocó este poder para redirigir miles de millones de dólares asignados al Pentágono hacia la construcción del muro fronterizo con México, una medida que enfrentó múltiples demandas judiciales.
Durante su campaña, Trump también prometió movilizar a reservistas de la Guardia Nacional para apoyar las deportaciones y sugirió incluso reubicar tropas estacionadas en el extranjero hacia la frontera sur de Estados Unidos para que aplicaran las leyes migratorias del país.
Estas medidas supondrían un cambio significativo en el papel que han desempeñado hasta ahora las Fuerzas Armadas, ya que la legislación estadounidense prohíbe estrictamente el uso del Ejército para labores de vigilancia nacional, según detalla en su web el Brennan Center for Justice.
11 millones de indocumentados
En Estados Unidos se calcula que residen 11 millones de indocumentados y que estos planes de deportaciones masivas podrían afectar a 20 millones de familias, muchas de ellas con miembros que son ciudadanos estadounidenses, de acuerdo a la organización defensora de los migrantes America’s Voice.
Esas deportaciones podrían costar miles de millones de dólares al año y provocar escasez de mano de obra en sectores clave de la economía que dependen de los migrantes indocumentados, como la agricultura o el sector servicios.