Kim Jong-un ha ejecutado a más de 300 personas, según un think tank de Corea del Sur.

Kim Jong-un ha ejecutado a más de 300 personas, según un think tank de Corea del Sur. Javier Muñoz

Asia

Kim Jong-un, el Nerón del siglo XXI: la última víctima, su hermanastro

El medio hermano del dirigente norcoreano ha sido asesinado en un aeropuerto de Malasia.

14 febrero, 2017 21:42

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El emperador romano Nerón grabó su nombre en la historia a base de sus excentricidades y su facilidad para eliminar a sus allegados. Salvando las distancias, el líder de Corea del Norte está inscribiendo el suyo a base de blandir los mismos atributos.

El fin de semana el comandante supremo del Ejército Popular de Corea decidió enviar una advertencia en forma de test balístico a los dirigentes de Estados Unidos y Japón, reunidos en Florida. “Estados Unidos está con Japón al 100%”, advirtió Donald Trump tras lo que entendió como una provocación. Poco pareció importarle a un Pionyang ahogado por las sanciones, que celebró el ensayo como un éxito.

Este martes el otrora visto como posible sucesor en la dinastía norcoreana Kim Jong-nam, medio hermano del gobernante de Corea del Norte y mayor que el actual 'Líder Supremo', falleció supuestamente envenenado en Kuala Lumpur cuando esperaba un avión a Macao.

Asesinato del hermano de Kim-Jong-un

Circulan varias versiones sobre cómo murió, siendo la más pintoresca un asalto por dos mujeres norcoreanas armadas con agujas envenenadas. También se baraja que lo acecharan por la espalda y le cubrieran la cara con un pañuelo impregnado en líquido. El dedo de EEUU apunta, sin embargo, a los hilos del régimen de Pionyang, según ha trasladado una fuente del Gobierno estadounidense a Reuters.

Hijo del mismo padre -el difunto gobernante Kim Jong-il- pero diferente madre, Kim Jong-nam fue descubierto en Japón en 2001 con un pasaporte falso. Decía querer ir a Disneyland. Teóricamente caído en desgracia por ello, el medio hermano del dictador norcoreano pasó buena parte de su vida en el extranjero y llegó a decir que se oponía a la sucesión dinástica en su tierra natal.

No es la primera vez que alguien de la familia cae desde la llegada al poder del joven Kim. En 2013, dos años después del ascenso de Kim Jong-un, su tío Jang Son-thaek fue ejecutado por traición, acusado de orquestar una asonada.

Kim Jong-un ha abrazado la ejecución como política. Un estudio del centro de investigación surcoreano Instituto para la Estrategia de Seguridad Nacional (INSS) publicado días antes de la llegada del vigente año aseguraba que el dictador había ordenado la muerte de 340 personas desde que sucediera a Kim Jong-il al frente del país para asegurar su control. De ellos, más de un centenar eran altos cargos del régimen.

Entre las ejecuciones más estrafalarias se encuentran dos reportadas el pasado agosto por un periódico surcoreano. Éste afirmaba que dos altos cargos de Pionyang habían sido disciplinados con un arma antiaérea. Uno de ellos había tenido la mala suerte de quedarse dormido durante una reunión con Kim Jong-un.

Naciones Unidas u organizaciones por los derechos humanos han denunciado alarmadas las violaciones de derechos fundamentales que sufre la población norcoreana bajo el heredero del régimen juche pese a que el país ha ratificado tratados internacionales en esta materia. En verano la Administración Obama impuso sanciones contra el propio Kim Jong-un a raíz de los denunciados abusos.

“Durante su quinto año en el poder Kim Jong-un siguió generando obediencia temerosa a través de ejecuciones públicas, detenciones arbitrarias, trabajo forzoso ...”, denunciaba la ONG Human Rights Watch en su balance de 2016.

AMENAZA INTERNACIONAL

Represión aparte, el joven Kim ha volcado los recursos del país en una carrera nuclear que inquieta al conjunto del globo y, especialmente, a vecinos como Corea del Sur y Japón. En enero de 2016, el mundo tembló momentáneamente ante el anuncio de Pionyang de que había completado un ensayo con una bomba de hidrógeno, una reivindicación que no se ha podido probar y muchos expertos vieron como un farol.

Hace poco más de un mes, recién nacido el nuevo año, el dictador proclamó en televisión que Corea del Norte estaba cerca de alcanzar la capacidad necesaria para disparar un misil intercontinental.

El nuevo presidente de Estados Unidos ha prometido mano dura con Corea del Norte, pero está por verse cómo sus palabras se traducirán en política. Con todo, los expertos descartan la posibilidad de una guerra nuclear impulsada por Donald Trump en respuesta a Kim Jong-un.

De edad incierta -aunque probablemente al inicio de la treintena-, Kim Jong-un recibió una educación suiza. Su supuesta tía exiliada en Estados Unidos dijo al Washington Post meses atrás que el hoy gobernante sabía desde pequeño que tomaría las riendas de la República Popular de Corea. Lo describió como un chiquillo no problemático “pero irascible y con falta de tolerancia”.

De su padre heredó el amor por la excentricidad y el poder. Es conocido por sus curiosos posados mostrando las bondades y el poder de Corea del Norte. Aficionado al baloncesto, ha invitado a la antigua estrella de la NBA Dennis Rodman a su país, quien supuestamente le prometió amistad de por vida. Recientemente, el régimen ha fichado a un madrileño para que entrene su selección de baloncesto.

Poseedor de una plétora de títulos, como mariscal del Ejército o presidente del Partido de los Trabajadores de Corea, tiene al igual que su padre una biografía oficial plagada de supuestas hazañas milagrosas. En 2015, la prensa surcoreana reveló que las escuelas del Norte habían recibido un manual sobre la vida del dirigente que reivindicaba que había aprendido a conducir con tres años y ganado una carrera de yates con nueve. El texto también le atribuía la habilidad de componer música.

En una entrevista con este diario, el embajador oficioso de Corea del Norte en España, Alejandro Cao de Benós, negaba que hubiera una dinastía en la República Popular de Corea -sino que se reelegía al presidente cada cinco años- así como que existiera un culto a los Kim. Y eso que hay grandes monumentos a ellos en ese país y existe incluso una modalidad de una flor en honor a Kim Jong-il. Su hijo todavía no ha alcanzado ese nivel de aparentes honores al líder, pero lleva sólo seis años en el poder, nada al lado de lo que estuvieron su padre o su abuelo.