Corea del Norte ha liberado este martes al ciudadano estadounidense Otto Warmbier, según ha asegurado el secretario de Estado Rex Tillerson. El estudiante universitario estaba cumpliendo condena en el régimen de Kim Jong-un desde enero de 2016.
Había sido sentenciado a 15 años de cárcel con trabajos forzados por un delito de crímenes contra el Estado.
Warmbier, de 22 años, llevaba más de un año en coma, estado en el que entró poco después de su última aparición en público, durante su juicio en Pyonyang en marzo de 2016, según informó el diario The Washington Post.
El titular de Exteriores estadounidense no quiso hacer comentarios sobre el "estado" de Warmbier "por respeto a su familia" y evitó, por tanto, confirmar que se encuentra en coma.
"Nuestro hijo está volviendo a casa", dijo hoy el padre del joven, Fred Warmbier, al Post. No está claro por qué el joven se encuentra en coma, aunque su familia dice que la explicación que ha recibido es que, poco después de su juicio, Warmbier sufrió un brote de botulismo y le dieron una pastilla para dormir, y no volvió a despertarse.
Rodman, el nexo de Trump y Corea
La noticia de la liberación coincide con la visita al país del exjugador de la NBA Dennis Rodman.
La controvertida estrella del baloncesto llegó este martes a Pyongyang con el objetivo de "abrir la puerta al diálogo" con este país, según un mensaje en su cuenta de Twitter.
Rodman también expresó su deseo de "hacer algo positivo" durante su visita que se prolongará hasta la próxima semana, y dejó entrever que podría reunirse con el líder norcoreano, en declaraciones a los medios a su paso por el aeropuerto de Pekín.
El exdeportista evitó responder a si había hablado sobre este viaje con el presidente estadounidense, Donald Trump, aunque dijo estar seguro de que el mandatario "está muy feliz" con una visita destinada a "conseguir algo que ambos necesitamos", según la citada agencia nipona.
Se cree que Rodman tiene buena relación con Trump a raíz de compartir plató con el magnate neoyorquino en un programa televisivo y tras haber expresado públicamente su apoyo al líder republicano, y el pasado marzo, se ofreció a ejercer de mediador con Corea del Norte si se lo requería el nuevo presidente de EEUU.
De 56 años, es uno de los pocos estadounidenses que se han reunido con Kim Jong-un, y ha visitado el país al menos cuatro veces desde 2013.
El exdeportista recibió duras críticas por su amistad con el líder del régimen totalitario y tras una de sus primeras visitas en 2013 aseguró que buscaba un mayor acercamiento del mundo exterior a Corea del Norte a través de la llamada "diplomacia del baloncesto".