El gobierno de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí ha anunciado la suspensión de los resultados del referéndum de independencia celebrado el 25 de septiembre para "abrir un diálogo" con el gobierno central.
En su comunicado, el gobierno regional ha apuntado a "la peligrosa situación y la tensión" existente en el país, resaltando que "ello fuerza a estar a la altura de la responsabilidad histórica y no permitir que la situación lleve a una guerra".
Así, ha subrayado que anunciará inmediatamente un alto el fuego y el fin de todas las operaciones militares en el Kurdistán iraquí, expresando su deseo de "abrir un diálogo basado en la Constitución iraquí".
"Los ataques y las confrontaciones entre las fuerzas iraquíes y los peshmerga -las fuerzas de seguridad de la región- que empezaron el 16 de octubre, y especialmente los enfrentamientos de hoy (por el martes), han causado daños a ambas partes y podrían llevar a un continuado derramamiento de sangre, infligiendo dolor y levantamientos sociales entre los diferentes componentes de la sociedad iraquí", ha dicho.
"La continuación de los combates no lleva a ninguna de las partes a la victoria, sino que llevará al país hacia el desorden y el caos, afectando a todos los aspectos de la vida", ha argumentado.
Por ello, ha propuesto un alto el fuego inmediato y el fin de las operaciones militares, la suspensión de los resultados y la apertura del citado diálogo fundamentado en la Constitución del país asiático.
El comunicado ha sido publicado apenas dos días después de que el primer ministro de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani, afirmara que las continuadas operaciones militares del Ejército iraquí dañan los esfuerzos por iniciar un diálogo con el gobierno central.
Barzani indicó en este sentido que las autoridades de la región estaban dispuestas a enviar una delegación a Bagdad para iniciar "conversaciones serias" y "abrir una nueva página", recalcando que los problemas deben ser resueltos "de forma pacífica y en el contexto de la Constitución iraquí".
Las tropas del Gobierno central iraquí recuperaron el 16 de octubre el control de Kirkuk, poco después de que los peshmerga abandonaran la zona, en el marco de una serie de iniciativas emprendidas como represalia por la celebración del referéndum independentista del 25 de septiembre.
Los avances militares han seguido en estos últimos días, hasta el punto de que las fuerzas kurdas habrían renunciado ya a todas las áreas donde habían ganado influencia en estos últimos años. "Hemos retrocedido el reloj a 2014", afirmó el jueves un comandante militar iraquí en declaraciones a la agencia Reuters.
El territorio que controlaban hasta ahora los peshmerga queda oficialmente fuera de los límites del Gobierno Regional del Kurdistán, aunque se trata de zonas en disputa cuyo futuro sigue sin resolverse, a pesar de que teóricamente la Constitución establece un plan para que decidan si quieren inclinarse por Erbil o por Bagdad.
La región del Kurdistán iraquí, en el norte del país, es autónoma e independiente 'de facto' desde la guerra de Irak de 1991 y cuenta con su propio ejército, los peshmerga. Es una de las cuatro regiones históricas del Kurdistán junto con la región kurdo-siria (Rojava), el sureste de Turquía y el noroeste de Irán.