Las autoridades de Bali están hartas de que los turistas occidentales posen en bikini o sin camiseta en sus templos sagrados: lo consideran un “declive en la calidad de los turistas” y señalan que es un fenómeno que va en aumento en los últimos meses.
Tanto es así que el vicegobernador de la isla indonesia, Tjokorda Oka Artha Sukawati, ha señalado que el Gobierno presentará una ley para regular la vestimenta en los templos hindúes. Las autoridades están preocupadas y quieren poner fin a lo que califican un “comportamiento irrespetuoso”.
“El Gobierno quiere mantener los Pura [templos] ”, señalaba Artha Sukawati en la reunión del consejo regional de esta semana, donde pedía “no ofender a los espíritus” y “respetar las costumbres de Bali”. En ese encuentro, el vicegobernador anunciaba que el Ejecutivo estaba valorando introducir un nuevo sistema de acceso a los templos, para establecer una mayor vigilancia sobre la indumentaria de los visitantes.
En los últimos años, Bali se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos para europeos, australianos y americanos. En 2017 atrajo a más de cinco millones de visitantes. Son muchos los que visitan un templo y quieren subir un selfie a Instagram posando en bikini, sin mucha ropa o trepando sobre edificios sagrados, sin tener en cuenta que ese gesto puede molestar a los locales y sus creencias.
La foto viral que irrita a Bali
La decisión de controlar la indumentaria de los visitantes se ha tomado después de que un turista danés subiera a su perfil de redes sociales una polémica foto donde aparece sentado en el santuario Linggih Padmasana en el templo Puhur Lutur Batukaru. La imagen se convirtió en viral porque ese santuario está dedicado a la deidad más importante del hinduismo balinés, y sentarse sobre él está considerado como una ofensa.
Indonesia es un país con una legislación muy estricta en lo que se refiere a blasfemias e injurias. Tras el incidente del turista danés, el Consejo Religioso hindú ordenó a las autoridades que investigaran lo sucedido y dieran con el autor de la foto. “Somos muy tolerantes con los turistas y por eso vienen tantos, pero la calidad está empobreciendo”.