Dos mujeres entraron este miércoles al templo hindú Sabarimala de Kerala, en el sur de la India, las primeras en lograr la hazaña desde que en septiembre el Tribunal Supremo levantara la prohibición que pesaba sobre las féminas de entre 10 y 50 años, en edad de menstruar, y según la tradición impuras.
Esto ha provocado llamadas a las protestas de los dos principales partidos políticos de la India y ha generado temores de una reacción violenta de los grupos conservadores hindúes. Tras la entrada de ambas, las protestas han provocado que la Policía tuviera que disparar con gas lacrimógeno a los manifestantes.
"Dos mujeres entraron al templo Sabarimala, habíamos enviado órdenes a la Policía para que proporcionasen toda la protección posible a cualquier mujer que quiera acceder al templo", afirmó a los periodistas el jefe de Gobierno de Kerala, Pinarayi Vijayan.
Ambas, menores de 50 años, enteraron en el sanctum sanctorum de madrugada escoltadas por varios agentes, después de que en los últimos meses decenas de mujeres intentasen sin éxito realizar la peregrinación a Sabarimala, al ser sus intentos suspendidos por centenares de devotos y manifestantes de grupos de extrema derecha hindú.
Imágenes difundidas por medios locales muestran a dos mujeres vestidas de negro y con sus cabezas cubiertas con pañuelos accediendo al templo entre una multitud de hombres, tras haber realizado la ascensión de 5 kilómetros desde la localidad de Pamba.
Una d elas mujeres contaba su experiencia a una televisión india: "Llegamos a Pampa, el punto de entrada principal al templo a la 1.30 y buscamos protección policial para ingresar al templo. Caminamos dos horas, entramos al templo alrededor de las 3.30 e hicimos el darshan", dijo la mujer, refiriéndose a un ritual de de pie frente a la imagen hindú del templo.
La sentencia del máximo órgano judicial llegó tras una petición promovida en 2006 por la Asociación de Jóvenes Abogados india desafiando la tradición centenaria en contra de las mujeres en edad de menstruar, consideradas impuras.
La decisión desató las protestas de los seguidores del célibe dios Ayyappa, así como de la sección regional del partido BJP del primer ministro, Narendra Modi, y del histórico Partido del Congreso, que se unieron a los devotos durante las manifestaciones para impedir la ascensión de mujeres.
El alboroto ha puesto a la religión de lleno en la agenda política meses antes de las elecciones, que está prevista para mayo.