Al menos 34 personas murieron y otras 17 resultaron heridas por la explosión este miércoles de una mina que se activó al paso del autobús en el que viajaban en una carretera nacional en la provincia de Farah, en el oeste de Afganistán.
La explosión se produjo hacia las 6.00 hora local (1.30 GMT), cuando el autobús "repleto de pasajeros" detonó a su paso la mina en la carretera que une las provincias de Herat (oeste) y Kandahar (sur), afirmó a Efe el portavoz de la Policía de Farah, Muhibullah Muhib.
De acuerdo con la información inicial murieron 28 pasajeros, en su mayoría mujeres y niños", y hubo diez heridos, reveló el portavoz, que agregó que el número de víctimas podría aumentar ya que aún no han recibido información de algunos de los afectados que fueron trasladados a centros médicos de la vecina Herat.
El número de víctimas civiles en casi dos décadas de conflicto afgano sigue siendo extremadamente alto, con 1.366 muertos y 2.446 heridos sólo en la primera mitad de 2019, según denunció este martes en su último informe la Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA).
Según la UNAMA, el objetivo de "víctimas cero", acordado este mes en Doha durante las conversaciones entre representantes estadounidenses, de la sociedad afgana y de los talibanes, está aún lejos de alcanzarse.
De los fallecidos en 2019, el mayor número, 717, se debió a acciones de las fuerzas afganas e internacionales y 531 a grupos insurgentes como los talibanes y el Estado Islámico, una situación inédita desde que comenzaron a recopilarse estos datos en 2009.
Entre los motivos del descenso en el número de víctimas por parte de acciones insurgentes está una reducción del uso de artefactos explosivos, que aún representan el 28% del total, con 206 muertos y 859 heridos, de acuerdo con el informe.
Tras casi dos décadas de conflicto, Afganistán se encuentra en una etapa de cierto optimismo debido al avance de las negociaciones entre representantes estadounidenses y los talibanes, que insisten en la necesidad de que EEUU retire sus tropas cuanto antes del país para que el diálogo de paz entre en una nueva fase