Corea del Norte está esquivando las sanciones de la ONU. Según un informe de la organización, el país de Kim Jong-Un ha miniaturizado con éxito sus armas nucleares, sigue construyendo misiles balísticos y está utilizando ingeniosos medios para esquivar las sanciones: desde las exportaciones de carbón y el arte de contrabando, hasta el envío de trabajadores al extranjero.
El nuevo informe de la ONU destaca la ineficacia de las sanciones que tienen como objetivo presionar a Kim Jong-un para que entregue sus armas de destrucción masiva.
el documento confirma en detalle lo que muchos expertos extranjeros ya han concluido: Corea del Norte está realizando avances cruciales en tecnología nuclear y de misiles. Aunque las sanciones, así como el autoaislamiento del país durante la pandemia de coronavirus, han tenido su efecto económico, el régimen aún encuentra formas de comprar y vender bienes prohibidos en los mercados internacionales.
"Desde principios de 2020, Corea del Norte ha seguido desarrollando su programa de misiles balísticos a un ritmo acelerado", dice el informe. "Probablemente ha desarrollado dispositivos nucleares miniaturizados para encajar en las ojivas de sus misiles balísticos".
"El país ha seguido violando las resoluciones del Consejo de Seguridad a través de la importación ilícita de productos refinados del petróleo mediante entregas directas y haciendo exportaciones marítimas ilícitas de carbón".
En 2017, Corea del Norte probó con éxito un misil balístico intercontinental que potencialmente tiene la capacidad de llegar al continente de EEUU. Después de seis pruebas nucleares subterráneas, ahora se cree que ha logrado un avance técnico crucial: la creación de una ojiva nuclear lo suficientemente pequeña como para ser transportada en el misil balístico. Los expertos de la ONU señalan también que Corea del Norte sigue enriqueciendo uranio, uno de los ingredientes clave de las bombas nucleares.
Además del contrabando de gasolina y el contrabando de carbón, Corea del Norte ha estado explorando fuentes de ingresos menos convencionales, incluidas las obras artísticas de Mansudae Art Studio, que crea esculturas y pinturas en las que ensalza a Kim y su familia. El informe documenta el contrabando de pinturas a Corea del Sur y los esfuerzos del régimen para ganar comisiones para hacer estatuas de bronce para los países africanos de Benin y Guinea.
Los ingresos del país que llegan por parte de ciudadanos que trabajan en otros países también preocupan a la ONU. Bajo las sanciones, se suponía que los trabajadores norcoreanos en el extranjero, cuyos salarios se utilizan para apoyar al régimen, tendrían que haber regeresado al país a fines del año pasado. Pero el comité de investigación destaca que muchos siguen trabajando en China y Rusia, desde donde siguen enviando dinero al Gobierno.
Caso curioso, el de Han Kwang-song, un futbolista norcoreano, que ha firmado un contrato de 4,3 millones de euros durante cinco años por un equipo de Qatar y ha tenido que firmar un documento en el que promete no enviar ninguna de sus ganancias a Pyongyang.