El Gobierno de Tailandia decretó en la madrugada del jueves el estado de emergencia, por las que se prohíben reuniones a partir de cinco personas, y disolvió la manifestación pacífica que cercaba la sede del Ejecutivo.
"Es extremadamente necesario introducir medidas urgentes para poner fin a la situación de manera efectiva e inmediata para mantener la paz y el orden", apunta la orden que entró en vigor de manera inmediata, que además prohíbe la publicación de noticias que puedan dañar la seguridad nacional.
La Policía, que previamente matizó que solo quedan prohibidas las reuniones de carácter político, informó en una rueda de prensa al mediodía que han detenido a 22 manifestantes, al menos cuatro de ellos líderes de las protestas, durante los operativos para dispersar a la multitud.
En el perfil de Facebook del abogado Anon Nampa, uno de los cabecillas arrestados, se denunció que temen por la seguridad de este al ser forzado por las autoridades a montar en un helicóptero con destino a Chiang Mai (Norte).
Como respuesta a las detenciones uno de los grupos coorganizadores de las protestas convocó una nueva manifestación para la tarde de este jueves en el corazón comercial de Bangkok, donde serán desplegados alrededor de 2.000 policías y varios controles de seguridad.
Decenas de miles de manifestantes prodemocráticos salieron el miércoles a las calles del casco histórico de Bangkok para pedir la dimisión del Gobierno y reformas para limitar el poder de los militares y la monarquía, este último un tema muy controvertido en el país.
La protesta, que coincidió con el aniversario de la revolución estudiantil de 1973, fue generalmente pacífica y registró un gesto inédito de rebeldía cuando los manifestantes cercaron el paso de la caravana de coches donde viajaban la reina Suthida y el príncipe heredero Dipangkorn.
La imagen de este cara a cara contrasta con el pasado reciente, cuando los tailandeses se arrodillaban ante el paso de la caravana real.
Tres generales de la Policía que estaban al cargo de controlar la protesta de ayer han sido relevados de sus funciones con efecto inmediato, publica la cadena pública PBS.
Efectivos militares fueron desplegados esta mañana en tareas de seguridad en el Parlamento de Tailandia y la Casa de Gobierno, conforme a las imágenes publicadas por medios locales.
El líder de la plataforma opositora Progressive Movement, vinculada al ilegalizado partido Future Forward, Thanathorn Juangroongruangkit, calificó de infundadas las razones de las autoridades al declarar el estado de emergencia al argumentar que las manifestaciones han discurrido sin violencia.
"El gobierno no tiene legitimidad para dispersar a la multitud por la noche. Demuestra su intención de encubrir la represión e ir en contra de los estándares internacionales", apunta Thanathorn en un vídeo colgado en las redes sociales.
La principal demanda de las protestas es la dimisión del Gobierno, encabezado por el general golpista Prayut Chan-ocha, y una nueva Constitución, ya que la actual fue redactada por la antigua junta militar (2014-2019), además de reducir la influencia del Ejército en la política.
La demanda más controvertida es la reforma de la monarquía, un tema tabú hasta hace poco por el gran respeto que ha inspirado la institución y la ley de lesa majestad, que prevé penas de hasta 15 años de cárcel para quien critique a la corona.
El monarca Vajiralongkorn, que pasa gran parte de su tiempo en Alemania, llegó el fin de semana pasado para participar en ceremonias religiosas y el aniversario por la muerte de su padre, el venerado Bhumibol Adulyadej, fallecido el 13 de octubre de 2016.