Imagen de unas personas realizando actividades en la cordillera de Qinling

Imagen de unas personas realizando actividades en la cordillera de Qinling iStock

Asia

Una empresa traslada su sede a las montañas para obligar a sus empleados a presentar su dimisión

Esta curiosa táctica ha sido puesta en marcha por una empresa de China, la cual decidió trasladar su cuartel general desde la ciudad de Xi'an hasta la cordillera de Qinling. Esta es su rocambolesca historia.

18 enero, 2024 15:13

El mundo de la empresa es un universo intrincado y siempre difícil de entender. Una cuestión muy peliaguda siempre son los despidos y cómo algunas compañías se las ingenian para poder echar a sus empleados. Y es que en muchas ocasiones, todo vale para ahorrarse las indemnizaciones por despido

Un empresario chino ha puesto en marcha un curioso plan para deshacerse de sus trabajadores más antiguos, los que más cobraban dentro de su organigrama, para así poder sustituirles por otros más baratos. Él es el dueño de una compañía de publicidad con sede en la ciudad de Xi'an, en la provincia de Shanxi. 

Para intentar que sus trabajadores dejaran de formar parte de la empresa, pero no despedirles directamente, decidió trasladar sus oficinas a un lugar remoto en las montañas para después obligar a sus empleados a ir hasta allí a diario. Su deseo era que estos renunciaran a ir hasta allí y que dejaran de trabajar para él. 

La polémica decisión de un empresario chino contra sus trabajadores

El destino elegido para la nueva localización de su empresa no era una ciudad cualquiera, sino que fue una ubicación perdida en las montañas de la cordillera de Qinling. Una de las personas damnificadas contó su caso a la prensa y a raíz de ahí se viralizó esta peculiar historia. 

Este empleado narraba que el viaje para llegar hasta la nueva sede de su empresa le costaba más de dos horas de ida y otras dos horas de vuelta. Además, solo se podía llegar en coche particular o contratando algún tipo de servicio. "Mis colegas sin vehículo tuvieron que depender de un autobús que pasaba cada tres horas y luego caminar otros tres kilómetros a través de senderos montañosos para llegar a la oficina". Así lo retalaba Chang. 

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Por si esto fuera poco, muchas personas tenían que costearse una parte del trayecto en taxi después de bajarse del ferrocarril más cercano y que les costaba 8 euros cada día por viaje. Además, la empresa se negaba a embolsarles este dinero. La información que les dieron a estos empleados es que tendrían que usar estas nuevas oficinas durante un año. 

Pero los problemas no se quedaban ahí. Estas instalaciones no tenían servicio, por lo que para hacer sus necesidades tenían que irse al pueblo más cercano si no querían hacerlo en plena naturaleza. Por si esto fuera poco, la zona estaba llena de animales peligrosos como perros salvajes que hacían muy inseguros sus viajes. 

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Finalmente, 14 de los 20 empleados de esta agencia de publicidad terminaron renunciando, la cual era la intención de su jefe. Poco después comprobaron como la compañía sacaba una nueva oferta de empleo para contratar a jóvenes trabajadores que les sustituyeran cobrando menos dinero. 

Una vez desvelado el caso, las noticias sobre esta fechoría corrieron como la pólvora, lo que provocó que la propia empresa cargara de manera muy dura contra sus antiguos trabajadores, incluso amenazándoles con demandarles por difamar y manchar la imagen de la compañía.

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"El alquiler del Distrito Central de Negocios era alto y la nueva oficina estaba siendo renovada. Estábamos operando una casa familiar, por lo que nos mudamos allí temporalmente durante una semana". Así transmitió su versión un representante de la propia empresa.