El presidente ruso, Vladímir Putin, ha viajado este jueves a China por segunda vez en menos de un año y 10 días después de ser investido como jefe del Kremlin por otros seis años para profundizar la alianza estratégica con el gigante asiático reforzada durante la guerra con Ucrania y en pleno avance de las tropas rusas en Járkov. 

El presidente chino, Xi Jinping, ha recibido a su homólogo ruso en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, junto a la simbólica plaza de Tiananmen, con una ceremonia de bienvenida en la que juntos han escuchado himnos y salvas de cañonazos. Tras esto, ambos se han reunido a puerta cerrada.

En el encuentro ambos han traslasado que China y Rusia van a hacer "preservar la justicia en el mundo" y que su prioridad será reforzar la cooperación económico-comercial así como buscar una "solución política" a la invasión de Ucrania. China es la tabla de salvación de la precaria economía rusa, ahogada por la guerra. 

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Nuevo orden "multipolar"

Putin ha viajado acompañado del nuevo ministro de Defensa, Andréi Beloúsov, y por su antecesor, Serguéi Shoigú, nuevo secretario del Consejo de Seguridad de Rusia.

El encuentro entre Putin y Jinping llega 24 horas después de que el primer ministro de Eslovaquia, el prorruso Robert Fico, fuera disparado en hasta cinco ocasiones a bocajarro. Su estado es grave pero está fuera de peligro. 

Esta reunión también tiene lugar menos de 10 días después del viaje de Xi a Francia, donde se reunió con el presidente Emmanuel Macron en una gira europea que también le llevó a Serbia y Hungría y la que le pedió no utilizar la guerra en Ucrania para "empeñar" la imagen de China. Guerra que el gigante asiático nunca ha condenado.

Esta es la segunda visita de Putin en menos de un año, tras el viaje que realizó en octubre de 2023 con motivo del III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda, lo cual algunos analistas consideran una nueva indicación del creciente alineamiento entre ambos países para continuar sus negocios y promover un nuevo orden "multipolar".

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"Una solución política" a la guerra en Ucrania

"Pese a algunos altibajos, nuestras relaciones han ido fortaleciéndose y han resistido la prueba del cambiante panorama internacional. Somos un buen ejemplo para otras potencias en cuanto a respeto y franqueza. El desarrollo de nuestros lazos favorece a la paz, la estabilidad y la prosperidad de la región y del mundo", ha afirmado el presidente chino. 

"Seguiremos consolidando nuestra amistad y defenderemos la justicia en el mundo", ha añadido Xi Jinping ante Putin, que ha señalado en un comunicado que ambas partes están de acuerdo en que "una solución política" a la guerra en Ucrania es "el camino correcto".

Asimismo, Xi aseguró que China espera que el continente europeo "recupere la paz y la estabilidad" e indicó que su país continuará "desempeñando un papel constructivo" en ese sentido. 

El líder chino ha recordado que se ha reunido con Putin "más de 40 veces" y señaló que ambos mantienen "una estrecha comunicación" y que se brindan una "orientación estratégica" que ha "asegurado el desarrollo sólido, estable y fluido de nuestros lazos".



"La relación entre China y Rusia hoy en día se ha ganado con esfuerzo y las dos partes deben valorarla y fomentarla", apuntó dejando claro que China está dispuesta a trabajar con Rusia "para seguir siendo un buen vecino, un buen amigo y un buen socio que confían el uno en el otro".

También ambos países han apostado por la defensa de la solución de dos estados para el conflicto palestino-israelí.

Este encuentro demuestra que para el mandatario chino, la visita de Putin es una oportunidad de mostrar que su afinidad con Rusia no ha comprometido su capacidad para mantener relaciones con Occidente, especialmente después de que Washington solicitara a Pekín que no suministre componentes que puedan ser utilizados en la guerra de Ucrania. 

Rusia avanza en Ucrania 

La visita de Putin comienza un día después de que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, anunciara en Kiev una partida adicional de 2.000 millones de dólares (unos 1.837 millones de euros) para ayudar a Ucrania a adquirir armamento de Estados Unidos y de otros países e incrementar la capacidad de producción de su propia industria militar.

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Ucrania se encuentra en un momento crucial de la guerra tras el avance de las tropas del Kremlin en el norte Járkov. Este avance ha obligado a su presidente, Volodímir Zelenski, a cancelar el encuentro previsto para este viernes en Madrid con el rey Felipe VI y Pedro Sánchez, con quien iba a firmar un acuerdo bilateral de seguridad.

Cabe recordar que gigante asiático, que no ha condenado la invasión en Ucrania, ha negado siempre tener vínculos militares con Rusia y ha solicitado en varias ocasiones la realización de una conferencia "reconocida por todas las partes" para retomar el diálogo.

En febrero de 2022, poco antes del comienzo de la guerra en Ucrania, Xi y Putin proclamaron en Pekín una "amistad sin límites". Desde entonces, han defendido que su relación "no amenaza a ningún país" y que "hace avanzar la multipolarización del mundo" en contraposición al "hegemonismo" estadounidense. 

Eslovaquia y Georgia

Tampoco hay que olvidar cómo Rusia sigue extendiendo sus tentáculos más allá de sus fronteras. Tras reforzar en los últimos años su relación con China, su influencia llega más cerca de sus límites fronterizos: Eslovaquia y Georgia.

En Eslovaquia, uno de los pocos países afines a Rusia dentro de la antigua zona de influencia de la extinta Unión Soviética, su primer ministro, Robert Fico, que ya gobernó tres legislaturas, considera que Kiev es en parte responsable de la guerra en Ucrania y promueve un acercamiento a Moscú.  

Fico, prorrusocrítico con EEUU, político de corte populista contrario a la ayuda militar a Ucrania, es amigo de Putin y considerado el Trump eslovaco. Su cercanía a Rusia le ha convertido en un líder populista sobre el que la UE ya tiene puestos sus ojos en él, sobre todo tas criticar las sanciones del bloque a Rusia o su promesa de impedir que Ucrania se adhiera a la OTAN -lo que a su juicio sería la garantía de una Tercera Guerra Mundial- . 

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El encuentro entre Putin y Xi se produce un día después de que Fico haya sido disparado este miércoles. "Lo hice porque no estoy de acuerdo con el Gobierno", ha dicho Juraj Cintul, un poesta jubilado de 71 años autor del intento de magnicidio. 

A la situación en Ucrania y la clara influencia de Rusia en Eslovaquia se suma también el complicado momento de agitación política que vive Georgia. Allí miles de ciudadanos llevan semanas protestando contra la ley de agentes extranjeros, sospechosamente similar a la que aplica Rusia para evitar, supuestamente, injerencias occidentales y que, en la práctica, limita la libertad de expresión de sus medios.

Durante días, Tiflis ha vivido enfrentamientos a las puertas del Parlamento entre policías y manifestantes proeuropeos y antirrusos. Todo, en vano, ya que esta ley finalmente ha sido aprobada esta semana. 

Sin embargo el europeísmo de determinados dirigentes georgianos se ve con mucho recelo desde Moscú, que vigila con atención desde la distancia mientras intensifica sus contactos y lazos con China.