En la pared de la está la foto gigante a todo color de una luminosa plaza de Cuenca y al otro lado un enorme ventanal por el que entra la luz mortecina que hace esta tarde lluviosa en Londres. “Aquella es la ventana que rompieron el otro día con una pedrada”, explica Ethan, el encargado inglés. Pese a que se trata de un restaurante español, no trabaja ningún español en este restaurante del barrio de Honor Oak, en el sudeste de Londres. “Yo me enteré porque me lo dijo mi pareja porque ese lunes no trabajaba”, cuenta Ethan. El ataque se produjo el domingo por la noche. Rompieron los cristales de este restaurante de tapas llamado Donde y también los del café turco que hay enfrente en Honor Oak Park, la calle principal del barrio. El café turco está cerrado hoy. Los cristales de ambos locales ya han sido reparados. La policía está investigando los ataques.
El hecho que se produjeran días después del brexit y que coincidieran con el incremento de los brotes racistas, podrían llevar a pensar que se trata de un episodio más de ese odio que ha emergido en el país. “No creo que tenga nada que ver con el referéndum, creo que fue un incidente aislado, es la primera vez que me pasa”, explica Jason, el propietario, un inglés apasionado de España que quiso montar hace diez años un bar reproduciendo la atmósfera de los cafés patrios.
También fue atacado el colegio español de Portobello, el Instituto Vicente Cañada Blanch, donde estudian 500 alumnos españoles. En este caso con una pintada en la puerta donde se leía “Foreign Pack” (algo así como “manada de extranjeros”). Patricia Rodriguez, que tiene tres niños estudiando en la escuela, explica que quiere pensar que se trata de un hecho aislado aunque, explica, “nos preocupa que a partir de ahora quieren obligar a los estudiantes a llevar uniforme y me da miedo que puedan sufrir abusos por culpa de los uniformes”. Otro padre se quejó también de la imposición de uniformes en la escuela sin consultar a los alumnos ni a los padres.
Los delitos por odio racial se han multiplicado por cinco desde que el Reino Unido decidió salir de la UE. Según la Policía durante la última semana se han reportado 331 incidentes, cuando la media estaba en 63. La presidenta del Consejo Nacional de Policía, Sara Thornton confirmó este incremento de las hostilidades en las comunidades de inmigrantes y las denuncias de “abusos verbales, comentarios negativos en las redes sociales incluyendo lenguaje xenófobo, folletos contra los inmigrantes y, en casos muy limitados, asaltos físicos”. Todos los incidentes están siendo investigados.
Desde que se consumó el brexit que han producido ataques por todo el país. El más sonado fue el del tranvía de Manchester cuando unos adolescentes empezaron a increpar y a amenazar a otro joven que parecía de otra raza y que fue grabado con una cámara de móvil. “Vete del país, eres un muñeco, bájate del tranvía, te voy a matar”, le gritaba. “¿Cuántos años tienes, dieciocho, diecinueve?”. “Yo llevo en el país más tiempo que tú”, les contesto. El otro joven les decía que llevaba más años viendo en el país que la edad que tenían ellos.
Otros incidentes fueron una protesta racista frente a una mezquita en Birmingham o el ataque a un centro polaco en Hammersmith que amaneció con unas pintadas racistas. La comunidad polaca es una de las que más está padeciendo la violencia racial. De los 3 millones de ciudadanos europeos que viven en Reino Unido, 800.000 son polacos, en relación con los 200.000 españoles que se calcula que residen en el país. La embajada polaca en Reino Unido emitió un comunicado expresando su preocupación “por los recientes incidentes de abuso xenófobo contra la comunidad polaca”.
“Se han producido muchos ataques verbales contra personas que no lo denuncian a la policía, pero los números son muy significativos, explica a este diario Jakup Krupa, periodista de la agencia de noticias polaca en Londres, que recuerda que buena parte de la comunidad polaca llegó a Reino Unido en los años sesenta y que había muchos excombatientes que lucharon al lado de los británicos en la Segunda Guerra Mundial.
Krupa destacó la respuesta contundente y rápida de los dirigentes condenando los ataques. “No vamos a tolerar a los intolerantes”, dijo el primer ministro David Cameron este lunes en el Parlamento. Sadiq Khan, que fue elegido alcalde de Londres el mes pasado, dijo que había puesto en alerta a la policía “Es muy importante que estemos vigilantes ante cualquier incremento de los crímenes por odio racial o abusos por parte de aquellos que podrían utilizar el referéndum parar dividirnos”.