Jeremy Corbyn podrá pelear por continuar al frente del Partido Laborista británico en las primarias que ha provocado la rebelión en su formación contra su liderazgo, cuestionado tras la victoria del brexit en el referéndum del 23 de junio, en contra de la postura oficial laborista en la que, sin embargo, se le reprocha una tímida campaña a favor de la permanencia en la Unión Europea.
Tras horas de reunión, el Comité Ejecutivo de la formación ha decidido que su dirigente puede participar directamente en la contienda interna del partido sin necesidad de que 51 diputados respalden su candidatura, un número de apoyos que sí deben lograr los aspirantes a destronarlo.
La cuestión de si Corbyn debía estar directamente en la papeleta de las primarias por ser el líder de la formación ha sido motivo de discusión y discordia en el seno del resquebrajado Partido Laborista.
Una decisión contraria a Corbyn hubiera hecho peligrar su poder, ya que en una reciente moción de confianza sólo 40 respaldaron el liderazgo de su dirigente y 172 votaron contra él.
El lunes, la que fuera su secretaria de Negocios, Angela Eagle, arrojó formalmente el guante al líder de su formación para arrebatarle el puesto en una contienda interna. La parlamentaria se rebeló contra el dirigente laborista tras el referendo de permanencia en la UE al abandonar su gabinete a modo de protesta junto con otra veintena de diputados díscolos.
“Jeremy Corbyn no es capaz de proporcionar el liderazgo que esta tremenda tarea requiere; estoy convencida de que yo puedo”, afirmó Eagle este lunes en el anuncio de su candidatura, el cual pasó desapercibido en los medios por coincidir con la retirada de la conservadora Andrea Leadsom de la primaria tory para dejar paso a la ministra del Interior, Theresa May, a la jefatura del Gobierno.
El secretario general del Partido Laborista, Iain McNicol, confirmó ese mismo día que había recibido suficientes nominaciones para desencadenar una primaria en el seno de formación, cuyos detalles debían definirse en la reunión del Comité Ejecutivo de la formación de este martes.
Este miércoles por la mañana otro diputado laborista ha anunciado que se unirá a la contienda: El exresponsable de Trabajo y Pensiones en la oposición, Owen Smith, ha dicho en la BBC que él sería un líder "radical y creíble", que devolvería el laborismo al poder, recoge Efe. Se espera que Smith oficialice su candidatura a lo largo del día.
Ni un año al frente del partido
A su modo, Corbyn es la quinta víctima política del brexit después de que el primer ministro saliente, David Cameron, y los líderes eurófobos, Nigel Farage y Boris Johnson, tomaran la decisión de hacerse a un lado tras el plebiscito y el ministro de Justicia, Michael Gove, perdiera la pugna por ser el nuevo premier. Pero ha logrado aguantar hasta el momento y la decisión de este martes ha sido su última pequeña victoria.
La reunión del órgano de gobierno del Partido Laborista ha sido ensombrecida por violencia y amenazas contra miembros de la formación. La noche anterior, la oficina de Eagle fue objeto de un ataque, que Corbyn ha condenado. Él mismo también reveló haber recibido amenazas.
Para Eagle la condena de Corbyn no ha sido convincente y le ha exigido que controle a sus simpatizantes. “[Estos actos] se están llevando a cabo en su nombre y él tiene que controlar a la gente que lo apoya y asegurarse de que este comportamiento acabe ahora”, ha dicho en declaraciones recogidas por The Guardian.
Corbyn fue electo hace menos de un año con el apoyo de las bases laboristas. Tomó las riendas del partido presentándose como un giro a la izquierda para la formación después de que su antecesor, Ed Miliband, se descalabrara en las elecciones generales de 2015. Con Corbyn, el laborismo tomó la Alcaldía de Londres en las elecciones locales y regionales de mayo, pero perdió representación en el territorio británico.
Sus críticos le reprochan no haber peleado lo suficiente para que Reino Unido se quedara en la UE de cara al referendo del 23 de junio y cuestionan su capacidad para capitanear al partido hacia unas nuevas elecciones generales.
Desde el minuto uno, Corbyn dejó claro que no tenía intención de irse. Formó un nuevo gabinete después de que la mayoría de su cúpula lo abandonara e ignoró la moción de confianza que se impulsó contra él asegurando tener un deber para con los militantes laboristas que lo eligieron apenas unos meses atrás.
“Debemos permanecer unidos", afirmó en un comunicado tras conocer el resultado de la moción. "Fui electo democráticamente como líder de nuestra formación para un nuevo tipo de política por el 60% de los miembros y simpatizantes del Partido Laborista y no los traicionaré dimitiendo".
El Partido planea que el 24 de septiembre se conozca al ganador de las primarias laboristas.