“Las manos fuera de nuestra roca, eso es lo que digo”. Así comenzaba el artículo de opinión en el que Boris Johnson calificó de “infame” la actitud del Gobierno en el Peñón. El exalcalde de Londres lo decía en medio del debate que se producía en Madrid en 2013 sobre imponer unas tasas a los vehículos que cruzaran la frontera. Para el mandatario británico eso hubiera supuesto “revivir el acoso general de la época de Franco”.
El Gobierno de Rajoy y Margallo barajaba ésta como una de las opciones después de que Gibraltar lanzara varios bloques de hormigón al mar. España planteó establecer una tasa de 50 euros en el paso, algo que Johnson calificó como “ilegal bajo la legislación de la Unión Europea”. Bruselas ratificó que no podía tomarse esa medida. Lo que sí implantó el Gobierno fueron los controles sobre los vehículos.
Para la cabeza del brexit, la excusa de los bloques de hormigón era sólo “palabrería”. El entonces alcalde de la capital inglesa temía que fuese “una táctica de distracción flagrante desde Madrid”. “Esa no es la razón de que España vaya a volver al bloqueo de Franco”.
En el mismo artículo, el nuevo ministro de Exteriores británico también señaló que el Gobierno debía centrarse en otros asuntos. “La crisis que enfrenta el gobierno español es la del euro, no la del derecho de los gibraltareños a pescar frente a su peñón”.
Además, Johnson también mencionó la posibilidad de un referéndum sobre la cosoberanía. “De los 32.000 gibraltareños (registrados en 2013), sólo el dos por ciento estaría de acuerdo en compartir en la soberanía con España. Hay un 98% que quieren ser británicos, y durante el tiempo que esto sea así es nuestra absoluta responsabilidad protegerlos”.
Aunque el 96% de los que acudieron a las urnas el 23J en el Peñón votaron a favor de quedarse en la Unión Europea, Johnson aseguró que “el deseo de ser británicos existirá en Gibraltar por el resto de nuestras vidas y aún más”.
El señalado por May para llevar las relaciones diplomáticas con otros países concluyó diciendo que “la solución real a largo plazo no es una cosoberanía angloespañola sobre Gibraltar; si hay alguna solución para España es traer de vuelta la peseta”.