El nuevo ministro de Exteriores de Reino Unido, el líder euroescéptico Boris Johnson, se reunió el fin de semana en Londres con el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, en uno de sus primeros encuentros desde que la primera ministra británica, Theresa May, lo nombrara jefe de la diplomacia el mismo día que fue investida.
Se trata de la primera vez que Picardo, que apoyó la permanencia de Reino Unido en la UE en el referéndum, y Johnson se reúnen desde que el último pasó a integrar el Ejecutivo londinense.
El titular de Exteriores, que lideró la campaña a favor del brexit, prometió ser "indefectiblemente firme" respecto a la soberanía del Peñón y que “redoblaría la guardia” a este respecto. "Soy forofo de Gibraltar; es un lugar que admiro mucho", afirmó sobre la Roca, territorio que votó abrumadoramente por quedarse en la UE.
Tras la reunión, Johnson aseveró que "Reino Unido jamás entrará en ningún proceso de negociación de la soberanía con el que Gibraltar no esté conforme. Seguiremos tomando cualquier acción que sea necesaria para proteger a Gibraltar, su pueblo y su economía, incluyendo el mantenimiento de una frontera con España que funcione correctamente”, recoge un comunicado divulgado por el departamento de Exteriores en Londres.
El líder euroescéptico acude este lunes a su primera cumbre de ministros de Exteriores de los Veintiocho, donde se ha encontrado con su homólogo español, José Manuel García-Margallo.
Margallo ofreció recientemente la soberanía compartida a Gibraltar como forma de mantener su estatus europeo actual. “Si Gibraltar quiere seguir teniendo acceso a la UE desde el momento en que los tratados dejen de aplicarse la única solución es la cosoberanía”, respondió a preguntas de la prensa en un comparecencia desde el Palacio de Viana a principios del mes.
La cosoberanía, explicó, tendría carácter temporal y culminaría en una integración del Peñón en España siguiendo el mandato de las Naciones Unidas.
La fricción entre España y Gibraltar ha venido escalando desde los meses previos al referendo después de que Margallo afirmara que si Reino Unido votaba por irse, Gibraltar estaría al día siguiente sobre la mesa.
La semana previa al plebiscito el ya ex premier David Cameron visitó el Peñón, algo que una persona en su cargo no hacía en cinco décadas, lo que irritó a las autoridades españolas y llevó al presidente en funciones, Mariano Rajoy, a reivindicar que Gibraltar es “español gane el brexit o se pierda”.
Cuando la salida de la UE se impuso en las urnas, Margallo aseguró que "una bandera de España en el Peñón de Gibraltar está mucho más cerca, pero que nadie piense que celebro esta situación [el brexit]".