Hacía pocas semanas que Mohamed Lahouaiej Bouhlel guardaba en su ordenador imágenes de crímenes del grupo terrorista Estado Islámico (EI) tan brutales como decapitaciones y también retratos de líderes yihadistas como Osama Bin Laden.
Ningún documento acredita contacto directo alguno del terrorista con el EI, que reivindicó el ataque del 14 de julio en Niza en el que murieron 84 personas.
Bouhlel había mostrado un "interés cierto pero reciente" por el terrorismo islamista, según la investigación que dirige el fiscal de la República, François Molins. “La radicalización puede producirse más rápidamente cuando va dirigida a mentes perturbadas", ha indicado, señalando hacia la otra hipótesis que manejaban las autoridades desde el principio.
No se puede excluir que un individuo desequilibrado y muy violento se haya comprometido con este crimen
“No se puede excluir que un individuo desequilibrado y muy violento, y parece que su psicología atestigua rasgos así en su carácter, haya sido en un momento dado, en una radicalización rápida, se haya comprometido con este crimen”, había indicado el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, esta mañana en la emisora RTL, según recoge Le Monde. Cazeneuve señaló el lunes por la mañana que por el momento no han encontrado lazos “establecidos” entre Bouhlel y el EI u otra organización terrorista.
Sin embargo, un tío de Bouhlel que vive en su Túnez natal dice que un miembro del EI en Argelia podría haberlo reclutado dos semanas antes, informa ABC News con Associated Press. Fueron parientes lejanos residentes en Niza quienes se lo dijeron. Por el momento, las autoridades francesas no se han pronunciado al respecto.
La reivindicación que hizo Amaq -la agencia de noticias vinculada al Estado Islámico que transmite sus comunicados- “sugiere inspiración por parte del ISIS [siglas inglesas para el EI], no control directo”, subraya el director del curso de experto en Análisis del Terrorismo Yihadista en la Universidad Pablo de Olavide, Manuel R. Torres.
Amaq decía el sábado que una fuente del grupo terrorista había confirmado que "el ejecutor de la operación mortal en Niza (Francia) era un soldado del Estado Islámico. Ejecutó su operación en respuesta a las llamadas de atacar a ciudadanos de naciones de la coalición que lucha contra el Estado Islámico". Francia participa en la formación de soldados del Ejército iraquí para luchar contra el grupo terrorista y también ha llevado su portaaviones Charles de Gaulle al Mediterráneo para poder prestar apoyo aéreo en la zona.
Sea por inspiración u organización directa, para los expertos el Estado Islámico es igualmente responsable de la masacre. “Al final para ellos 'soldados del califato' [como calificaron a Bouhlel a posteriori] son tanto los que luchan dentro del grupo como los que deciden atentar por su propia cuenta (…). La propaganda en ambos casos es igual, porque al final todo el mundo entiende que es un atentado del EI”, señala Torres.
Hay que ser cuidadosos para no magnificar las capacidades de la organización, pero tampoco obviar que esta violencia se produce por el llamamiento de este grupo
“Hay que ser cuidadosos para no magnificar las capacidades de la organización, pero tampoco obviar el hecho de que esta violencia se está produciendo por el llamamiento de este grupo. Que ellos no ejerzan ese control directo, no significa que no sea una violencia generada por el Estado Islámico”, añade.
“Estado Islámico planifica atentados y deliberadamente instiga otros sin orden expresa. Así opera”, ha resumido Fernando Reinares, investigador principal de terrorismo internacional del Real Instituto Elcano.
Atribuirse las masacres de fanáticos que actúan aparentemente por su cuenta es una dinámica que ya se produjo después de que un matrimonio radicalizado matara a una docena de personas en San Bernardino (California) el pasado diciembre. Ellos sí habían declarado su compromiso con el EI. En el caso del terrorista de Niza, no hay rastro de ello por el momento. Algo similar sucedió en la reciente matanza de Orlando. En ninguno de esos casos se ha podido establecer el vínculo directo entre los terroristas y el grupo al que apoyan.
En Niza, en comparación con el atentado de Orlando, se había producido “cierto retraso” en la reivindicación del EI. Tardó más de un día frente a las horas que tardó en el caso de Orlando. Este experto en terrorismo islamista cree que se debe a que “el propio grupo [terrorista] tuvo que tomarse un tiempo para cerciorarse que ellos podían apropiarse del ataque. Imagino que consultarían sus propias fuentes e incluso la posible participación de otros grupos”.
En cuanto a la decisión de personas como Bouhlel, que se radicalizó “muy rápidamente” según el ministro del Interior y tenía antecedentes por maltrato a su mujer de la que se estaba separando, pueden recurrir a actuaciones promovidas por grupos como el Estado Islámico o Al Qaeda “para justificarse, sentirse parte de una lucha más amplia, y no realizar sólo un acto desesperado”, opina Torres.
Seis personas permanecen detenidas en Niza por su presunta relación con Bouhlel, pero las autoridades francesas no hablan de que puedan haber conformado una célula terrorista. Su mujer, de la que estaba separado dos años fue liberada sin cargos el domingo. Se investiga a personas que pudieron venderle el material para cometer el crimen, dos albaneses a los que compró las armas (la práctica totalidad resultó ser falsa) a través de un intermediario.
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