El ministro del Interior de Baviera lo identificó la misma noche del ataque como un joven afgano de 17 años refugiado en una casa de acogida en Alemania. Al día siguiente, el martes, el fiscal de Bamberg (localidad bávara) que llevaba el caso inicialmente informó de que el agresor guardaba una bandera del grupo terrorista Estado Islámico pintada a mano en su habitación.
Por la tarde, las autoridades alemanas dieron veracidad al vídeo distribuido por la agencia de noticias Amaq, afin al EI, en el que el agresor del hacha que se presentaba como Mohamed Riad anunciaba próximos ataques en Alemania. A pesar de ello, los investigadores creen que no existía contacto directo con el grupo terrorista y que se radicalizó solo, a través de la propaganda del grupo terrorista. Aún así, la Fiscalía General del Estado, que ha asumido ahora la investigación, sospecha que "el terrorista cometió el acto como miembro del denominado Estado Islámico".
Esa grabación ha dado pistas clave para que los investigadores duden de que identificaran correctamente al agresor del hacha que dejó a cinco heridos -entre ellos dos que se debaten entre la vida y la muerte- en un tren regional cerca de Wurzburgo.
No es que no fuera el hombre que vivía en Ochsenfurt (un pueblo al sur de Wurzburgo) con una familia de acogida. De hecho, sus padres de acogida han reconocido el fondo que aparece en el vídeo. Pero pudo inventarse una identidad para conseguir el derecho al asilo en Alemania, donde vivía desde hacía dos años. Así lo han desvelado fuentes de la investigación a la televisión alemana ZDF, que recogen todos los medios alemanes.
En la habitación de su hogar alemán apareció un documento de identidad paquistaní. En el vídeo de quien Estado Islámico identifica como el agresor, el hombre habla pastún, una lengua que se emplea en zonas de Afganistán y Pakistán. Pero Riad utiliza palabras de la variante paquistaní del pastún para decir "suicidio", "gobiernos", "militares", "cuerpos" o "musulmanes" y su acento es paquistaní.
El agresor del hacha estaba registrado como Riaz Khan Ahmadzai, de 17 años. Parece ser que la edad tampoco era verdadera y en realidad era mayor. El presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), Hans-Georg Maassen, también duda de la procedencia del terrorista, según ha indicado este miércoles a la misma cadena de televisión. Ha afirmado que no es raro que los solicitantes de asilo se registren con una identidad falsa, pero ha advertido de que ello no significa que tengan pretensiones terroristas.
La fiscalía de Bamberg ha rechazado hacer declaraciones sobre el origen o la edad del terrorista, informa el diario Frankfurter Allgemeine.
El ministro del Interior alemán, Thomas de Mazière, no ha aclarado nada respecto a la identidad del agresor y ha opinado que "a lo mejor también es un caso, que se mueve en la frontera entre un ataque de locura con impulsos homicidas y el terrorismo", recoge Süddeutsche Zeitung.