Recep Tayyip Erdogan da un paso más en su política de mano dura tras el intento de golpe de Estado del pasado viernes. El Gobierno de Turquía ha decretado tres meses de estado de emergencia para combatir "la amenaza a la democracia", según ha anunciado el presidente.
En una comparecencia de prensa desde el palacio presidencial, Erdogan ha anunciado que a partir de ahora actuará como presidente del país y como máximo responsable del Ejército con el objetivo de acabar con el "virus" de las fuerzas armadas.
El presidente invocó el artículo 120 de la Constitución turca que permite establecer el estado de emergencia en el caso de actos de violencia que amenacen la democracia. Decretando el estado de emergencia, Erdogan acude a la Carta Magna para encontrar una estructura legal que le permita llevar a cabo su contragolpe.
Este artículo permite al Gobierno emitir decretos con fuerza de ley, suspender libertades y derechos fundamentales, imponer obligaciones financieras y laborales a los ciudadanos y conferir poderes especiales a los funcionarios.
"No es una medida contra la democracia"
Erdogan afirmó que la medida, recomendada al Gobierno por el Consejo de Seguridad que él preside, busca "encargarse de todos los elementos de la organización terrorista", en referencia al grupo que encabeza el clérigo islamista Fetullah Gülen, principal señalado como instigador del golpe.
"Esta medida no es en absoluto contra la democracia, el estado de derecho y la libertad. Por el contrario, tiene el propósito de fortalecer y proteger esos valores", defendió el jefe del Estado.
"El 15 de julio de 2016", añadió, "ha sido un punto de inflexión, cuando la nación puso fin a este dañino destino. Por primera vez en la historia de nuestro país un intento de golpe militar fue parado por la propia nación", afirmó Erdogan, tras recordar los golpes de 1960 y 1980, dos de los cinco asonadas que ha vivido el país en 56 años.
Erdogan reiteró que "es necesario continuar con la limpieza" en la Administración, dado que "en este cuerpo ha hecho metástasis, cual virus de cáncer" la corriente de los golpistas.
Hasta el miércoles, su purga ha afectado a 60.000 personas, entre detenidos y destituidos desde el estamento militar hasta la Educación o los medios de comunicación, estrechando el cerco día a día sobre sus opositores, tal y como los expertos adelantaron a EL ESPAÑOL que sucedería. Anunciaron que era el inicio de la represión total tras haber parado un intento de golpe de Estado, sobre el que sobrevuela la sospecha de que Erdogan podía saber lo que iba a suceder y permitió que pasara para dar el contragolpe.
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