Los milagros pueden suceder en medio de la desesperación que desborda a las miles de personas que navegan a la deriva en el Mediterráneo. El nacimiento de un bebé durante la madrugada de este lunes a bordo del barco de salvamento ‘Aquarius’, gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Méditerranée, es un alegre acontecimiento que raramente se ve en un panorama desgarrador: más de 3.100 personas han muerto intentando llegar a las costas europeas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La familia del recién nacido Newman Otas, de origen nigeriano, se encontraba apenas 24 horas antes hacinada junto con decenas de personas en una embarcación de goma que había partido desde Libia. En concreto, el barco de búsqueda y rescate ‘Aquarius’ halló este domingo dos lanchas neumáticas que transportaban a 392 personas, 155 de ellas eran menores de edad (cuatro niños no superaban el año de vida).
"Fue muy estresante y duro pasar todo ese tiempo en ese bote de goma. Iba sentada en el suelo de la embarcación junto con otras mujeres y niños. El pánico me hizo romper aguas. Podía sentir el movimiento del bebé; bajaba y subía una y otra vez. Llevaba tres días con contracciones", relató la madre del bebé, Faith.
“Ha sido un alumbramiento muy normal en unas condiciones peligrosamente anormales. Me horroriza la idea de pensar qué hubiese ocurrido si el bebé hubiera llegado 24 horas antes; en ese bote de goma inestable, repleto de gasolina en la parte inferior donde iba sentada la madre, hacinado y sin espacio para moverse, a merced del mar”, declaró la matrona del parto y miembro de MSF Jonquil Nicholl.
Desde el pasado mes de abril, MSF realiza labores de rescate de migrantes en las aguas del Mediterráneo a bordo de los navíos ‘Bourbon Argos’, ‘Dignity’ y el ‘Aquarius’ (donde también coopera SOS Méditerranée).
Con este último rescate, el organismo internacional suma 89 operaciones de salvamento y ha rescatado a más de 12.000 personas. Nicholl alerta del peligro que sume a muchos hombres y mujeres que se atreven a cruzar el mar para ir a Europa: “48 horas antes, todos esperaban en una playa de Libia sin saber qué iba a ser de ellos. ¿Cómo pueden seguir pasando cosas como esta en 2016?”.