La decisión del Tribunal Superior de que el Gobierno de Reino Unido necesitará la aprobación del Parlamento para activar el proceso de salida de la Unión Europea amenaza con provocar un nuevo terremoto en la política británica.
La sentencia, que llega después de que varios demandantes reclamaran una decisión judicial sobre quién debe activar el resultado del referéndum del pasado junio, establece que el Ejecutivo no tiene la competencia de activar por sí solo el artículo 50 del Tratado de Lisboa. Esto supone un duro golpe para la primera ministra Theresa May, que contaba con iniciar el proceso de ruptura a finales de marzo sin necesidad de apoyo parlamentario.
El fallo del Tribunal abre un nuevo capítulo de incertidumbre en la ya complicada saga del brexit. Downing Street asegura que el dictamen no descarrilará el calendario establecido, y ya ha anunciado que apelará la decisión a la Corte Suprema.
Sin embargo, expertos y académicos consultados por El ESPAÑOL coinciden en que la Primera Ministra no lo tendrá tan fácil para continuar con su hoja de ruta. Pero, ¿puede realmente la decisión del Tribunal Superior evitar que Reino Unido deje la UE?
Brexit sí o sí
En principio, parece improbable que los parlamentarios vayan a bloquear el brexit. Thom Brooks, profesor de derecho en la Universidad de Durham y uno de los académicos encargados de diseñar la pregunta del referéndum, asegura a EL ESPAÑOL que los representantes no intentarán frenar el proceso de salida.
“La mayoría de los MP (miembros del Parlamento) están a favor de la permanencia, pero representan a circunscripciones que votaron a favor del brexit, sobre todo en el caso del Partido Laborista. Es difícil que vayan a ir en contra de sus electores”, razona.
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, también ha declarado tras conocerse el dictamen que no intentará bloquear el resultado del referéndum y que en cambio su partido presionará por “un brexit que funcione”. Varios parlamentarios laboristas han publicado en redes sociales que aceptarán la voluntad del electorado, pero que esto no quita que el Parlamento pueda decidir en qué condiciones.
Charlie Beckett, director del think tank POLIS de la reputada London School of Economics, también afirma a EL ESPAÑOL que la decisión del Tribunal no cambiará el destino final del brexit, aunque sí la manera en la que se implementa.
El ‘brexit’ que no quería May
Teniendo en cuenta que la mayor parte de parlamentarios están a favor de una salida suave de la UE y la permanencia en el mercado único, las posibilidades de que Theresa May pueda presentar ante Bruselas la versión más dura del brexit han disminuido considerablemente.
“Hasta hace poco, parecía imposible que May no fuese a salirse con la suya. Ahora no es tan evidente”, señala Brooks, de la Universidad de Durham. “En este sentido, el fallo del Tribunal es una victoria para los que votaron por el Remain”.
Jonathan Freedland, analista político y comentarista de The Guardian, señala que en este punto la implicación del Partido Laborista es vital. “Si el partido consigue superar sus divisiones internas y unirse en su demanda de que Reino Unido permanezca en el mercado único, entonces puede tener verdadera influencia”, escribe en una pieza de opinión para este periódico. “Los laboristas necesitan presionar contra el brexit duro de May de forma unida y coherente”.
Los expertos coinciden en que tras la decisión del Tribunal es poco probable que la Primera Ministra pueda activar el artículo 50 a finales de marzo. “El Gobierno de May sigue sin tener una hoja de ruta clara, aparte de que ‘brexit significa brexit’, afirma Brooks. “Es prácticamente imposible que el Parlamento pueda decidir los detalles del proceso antes de marzo”.
No hay divorcio a medias
Como era de esperar, el fallo del Tribunal Superior ha causado un revuelo considerable entre los partidarios del “Leave”. Varios políticos de UKIP se han lanzado a las redes para tachar el dictamen de inconstitucional, y Nigel Farage, el dirigente de UKIP, ha expresado su temor de que el Parlamento vaya a parar el brexit u optar por un “medio brexit”.
Sin embargo, es poco probable que Bruselas vaya a tolerar un divorcio a medias. "En mi opinión, la única alternativa real a un brexit duro es que no haya brexit”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en un reciente discurso.
Por otra parte, el negociador por parte de la Eurocámara, el liberal belga Guy Verhofstadt, afirma que la intervención del Parlamento británico en las conversaciones puede servir de contrapeso para moderar las posiciones de los partidarios del brexit más exaltados.
Camino Mortera-Martínez, la representante del think tank Center for European Reform en Bruselas, afirma a El ESPAÑOL que es imposible que Bruselas vaya a aceptar un “medio brexit”, sobre todo en un año de elecciones para Alemania y Francia. “Bruselas no va a soportar las carambolas de los británicos”, sostiene.
¿Nuevas elecciones?
La sentencia del Tribunal Superior también podría desencadenar una nueva cita electoral en Reino Unido.
Michael Emerson, del think tank Centre for European Policy Studies, afirma que en caso de que el Gobierno británico pierda su recurso ante la Corte Suprema en diciembre (una posibilidad más que probable, según los expertos), May podría recurrir a unas nuevas elecciones como forma de buscar apoyo a la salida de la Unión Europea. Los periódicos británicos también coinciden en que el dictamen hace más probable esta posibilidad.
“Si May se ve en problemas a la hora de promover su visión del brexit, sería una tentación muy grande convocar nuevas elecciones”, dice Emerson. “La oposición está totalmente fragmentada. Si necesitaba un pretexto, este es el momento perfecto”.
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