Hollande tira la toalla y se convierte en el primer presidente de la V República francesa que no intentará conseguir un segundo mandato. Así lo ha anunciado en una comparecencia en directo desde el Elíseo en la que ha repasado su mandato al frente del país. De esta forma, el socialista deja el camino libre para que Manuel Valls, el actual primer ministro, se presente a las próximas elecciones presidenciales en las que tendrá que hacer frente a Fillon y a Le Pen.
Primero tendrá que oficializar su candidatura y sobrevivir a las primarias que el Partido Socialista francés celebrará en enero. Manuel Valls lleva semanas alimentando su probable candidatura para competir por el Elíseo. Había declarado que estaba "preparado" para las primarias socialistas y para enfrentarse a Hollande. Sin embargo, el actual presidente ha despejado hoy la incógnita y un portavoz del Elíseo ya había desactivado esta posiblidad anunciando en los últimos días que no habría "primarias" entre el actual presidente de la República y el primer ministro.
Las primeras encuestas sobre intención de voto no pintan nada bien para la izquierda francesa, que a día de hoy, sin un candidato oficial, ni siquiera pasaría a la segunda ronda de las presidenciales que se celebrarán en primavera. "Soy consciente de los riesgos que conllevaría mi candidatura, que no reúne todos los consensos", ha reconocido Hollande.
Durante su discurso televisado desde el Elíseo, Hollande ha hecho un amplio repaso de sus logros y su legado al mando de Francia, subrayando siempre ha actuado "movido por el interés superior" del país. "La experiencia me ha aportado la humildad necesaria para esta tarea", ha proclamado antes de anunciar que el cargo no le ha hecho "perder la lucidez" para tomar la decisión meditada de no ser candidato".
Hollande también ha aprovechado su intervención para advertir del peligro que supone el auge del "populismo de la derecha" que representa Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional. También ha asegurado que a Francia no le conviene el proyecto del François Fillon, recientemente confirmado como candidato de la derecha en detrimento de Sarkozy y Juppé.
La contienda socialista
Con el liderazgo socialista vacante tras este anuncio de Hollande se inicia la contienda para ganar las primarias e intentar recuperar la posición del Partido Socialista galo en las encuestas de aquí al 23 de abril, fecha en la que se celebrará la primera vuelta de los comicios.
Por el momento, el único candidato que ha presentado oficialmente su candidatura es Arnaud Montebourg, perteneciente al ala más dura de los socialistas. Montebourg fue ministro de Economía hasta su cese en agosto de 2014.
Todas las miradas se centran ahora en el primer ministro Manuel Valls, que deberá decidir si da el paso y formaliza su candidatura a las primarias. A última hora de la noche de este jueves, sólo ha anunciado que saluda "la decisión que ha tomado un hombre de estado".