"Cuando decides ser candidato a las elecciones presidenciales no te puedes quejar después de la violencia de los ataques". El candidato de la derecha francesa al Elíseo, François Fillon, se mantiene en la carrera electoral y este miércoles ha prometido que tiene claro que luchará "hasta el final".
El cabeza de cartel de Los Republicanos está envuelto en un escándalo de corrupción que ha empañado su imagen y le ha relacionado con el último presidente conservador francés. Fillon estaba intentando distanciarse de Sarkozy pero la prensa ya está relacionando los casos de corrupción que han afectado a ambos políticos.
La revista satírica Le Canard Enchaîné reveló la semana pasada que la mujer de Fillon, Penelope, habría estado cobrando importantes sumas de dinero de dos empleos ficticios. La esposa habría ganado hasta 900.000 euros en sus dos 'trabajos' como asistente parlamentaria y como colaboradora de una revista. Además, el candidato conservador habría 'enchufado' a dos de sus hijos en sendos puestos de asistentes en Parlamento galo.
La investigación de este escándalo ha conmocionado la campaña y ha provocado una inédito registro en la Asamblea Francesa. La investigación está recopilando información sobre las nóminas y los contratos de la esposa de Fillon.
Según Reuters, Fillon acusó indirectamente al Partido Socialista francés de estar detrás de las revelaciones de este escándalo. "Estamos ante un golpe de Estado institucional que no viene de los nuestros sino de aquellos que están en el poder".