La participación en las elecciones parlamentarias de los Países Bajos ha logrado superar en ocho puntos porcentuales a la de los últimos comicios a poco más de una hora del cierre de las urnas con un 73% del voto depositado a las 19:45 horas, frente al 65% a la misma hora hace cuatro años.
Según datos publicados por la agencia Ipsos, la participación a lo largo del día de hoy ha sido considerablemente superior a los últimos comicios, celebrados el 12 de septiembre de 2012. El dato es ligeramente inferior a la participación registrada en 2006, que era de un 75% a la misma hora.
A las 19:15, la ciudad de Utrecht (al sur de Amsterdam) tenía el dato más alto, con un 63,7%, seguido de Groningen, con un 67,3%, y de Rotterdam con un 56,4%, de acuerdo con Ipsos. Según datos de media jornada del Consejo Electoral, en La Haya, se registró una participación del 34,5% a media jornada, mientras que en Amsterdam fue del 25,8%, un 11% más que en 2012 en el mismo periodo de tiempo.
La fragmentación del voto, sin embargo, mantiene la incógnita sobre los resultados finales de los comicios. "He votado por el CDA (democristianos) porque soy cristiana y porque siempre me ha gustado su programa electoral. Su cabeza de lista (Sybrand Buma) defiende mejorar la Sanidad, y eso es importante para mí", explica a EFE Nel Korbee, una pensionista que acude a votar acompañada de su hermana.
"Yo estaba indecisa, pero me he decidido por el Partido de los Animales", dice a EFE Johana Korbee, también pensionista. "Marianne Thieme (su líder) no solo se preocupa por que los animales vivan mejor, sino también por el medio ambiente", añade.
A la pregunta de si han pensado votar al líder ultraderechista Geert Wilders, las dos responden que sí, pero explican que al final no lo han hecho. "Como persona me parece agradable, pero lo que dice es peligroso. Solo habla de una cosa: el islam y los extranjeros. Hay otros temas que también son importantes", indica Nel Korbee.
Otros votantes explican que en el pasado han votado al PVV de Wilders, pero que no confían en sus propuestas. "Tiene razón a la hora de identificar muchos de nuestros problemas, pero después no da soluciones concretas. Por eso he votado al CDA (democristianos), partido que en mi opinión defiende bien los valores holandeses", explica el electricista Richard Burman mientras su mujer asiente con la cabeza.
El termómetro ante el populismo
A las 7:30 de este miércoles han arrancado las elecciones parlamentarias de Países Bajos, una cita electoral que ha generado gran expectación internacional. Estos comicios se interpretan como un termómetro ante el avance del los mensajes antiinmigración y nacionalistas, magnificados en los últimos días a causa de una disputa con Turquía, y la posibilidad de que el partido del líder islamófobo y antieuropeo Geert Wilders, del Partido por la Libertad (PVV), pueda ser la fuerza más votada.
El partido de centro derecha del primer ministro Mark Rutte, el VVD, es la fuerza que se disputa el liderazgo en el Parlamento con Wilders. Al depositar su voto en La Haya, Rutte ha pedido a los ciudadanos de su país que "creen un precedente" y frenen la "ola de populismo" tras el triunfo del brexit y de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos.
"Tenemos que evitar que ocurra un efecto dominó. Este es un momento en el que nos jugamos o un cambio de rumbo hacia la dirección contraria o apostar por una política no experimental, que logre más éxitos a partir de los éxitos de los cuatro años anteriores", explicó Rutte, segundos antes de entrar al colegio electoral.
Rutte pidió votar por su partido para "mantener este país seguro y estable", y reconoció que "existe el riesgo de que despertemos mañana y que el partido de Geert Wilders sea el mayor" de los Países Bajos. "Debemos frenar la ola de populismo porque estas elecciones se celebran bajo la presión de la victoria de Trump en EEUU y el 'brexit'", ha añadido el político liberal.
El agitador Wilders, que defiende cerrar las mezquitas, prohibir el Corán e impedir la entrada en Holanda de inmigrantes musulmanes, ha liderado las encuestas durante los últimos meses. Sin embargo, en los últimos días parece haber perdido fuelle y, de cumplirse los pronósticos, quedaría en segundo lugar.
"Si gano, habrá referendo", dice Wilders
El líder de la extrema derecha holandesa ha votado en un colegio de La Haya y ha prometido que, si resulta vencedor, convocará un referéndum contra la Unión Europea."Si gano, habrá referendo (contra la UE), porque hemos dado nuestro dinero a países extranjeros. Vamos a recuperar Holanda para los holandeses", indicó el líder del Partido por la Libertad (PVV), de corte antiislam y euroescéptico.
El discurso xenófobo y antieuropeísta de Wilders ha alimentado la polémica hasta el último minuto. En el debate de cierre de la campaña, celebrado en la noche del martes en el Parlamento junto a los líderes de los trece partidos más importantes del país, aseguró que Mahoma es "un Señor de la guerra y un pedófilo".
"El islam representa la mayor amenaza para los Países Bajos. Nuestro futuro está en juego", dijo el ultraderechista, quien dijo tener "temores de que el imperio de la ley desaparezca si se da espacio al islam".
Otro contrincante electoral, Gert-Jan Segers, de Unión Cristiana (UC), le contestó que la restricción de la libertad o "una prohibición del Corán no es el medio para combatir" los problemas de Holanda. "Usted tiene objeciones legítimas contra el islam, pero la lucha tiene que ser abordada de una manera distinta. La lucha tiene que ver con el orgullo de nuestras libertades", dijo Segers dirigiéndose a Wilders.
A su llegada al colegio electoral, Wilders ha bromeado con la abrumadora presencia de medios nacionales e internacionales, y ha insistido en que cumplirá las promesas de su campaña respecto al referéndum, la prohibición del islam y el cierre de fronteras a inmigrantes. Además, alertó, independientemente de los resultados de los comicios "el genio no va a volver a la botella", en referencia a la ola de populismo que se ha levantado en el país.
Wilders ha pedido a los más de 12 millones de ciudadanos que voten para "tener menos islam" en los Países Bajos. "El islam y la libertad no son compatibles", añadió, y dijo que los musulmanes "son libres de irse cuando quieran" de Holanda.
Alrededor de 13 millones de votantes están llamados a depositar su voto en las urnas en todo el país, las cuales cerrarás a las 09:00 pm. Se espera que los primeros resultados lleguen en torno a las 23.00 horas y el escrutinio finalice a lo largo de la madrugada.
Los comicios holandeses son los primeros de los tres que se celebrarán este año y que son considerados como un examen al sentimiento contra las instituciones en la Unión Europea y a las probabilidades de supervivencia del bloque comunitario tras la victoria del euroescéptico Donald Trump en Estados Unidos y la decisión británica de abandonar la UE en un referéndum celebrado en 2016. Después de esta cita electoral, Francia elegirá a su próximo presidente en abril y Alemania celebrará comicios legislativos en septiembre.
Sin ganador claro, semanas de negociaciones
A diferencia de los comicios en otros países, los de Países Bajos no se resolverán con un ganador indiscutible pues hasta 15 partidos tienen posibilidades de lograr escaños en el Parlamento y se espera que ninguno logre el 20% de los apoyos.
El último gobierno de Rutte ha sido una coalición con el Partido del Trabajo. La fragmentación del voto podría hacer necesario el acuerdo entre hasta cuatro partidos para asegurar una mayoría en la cámara. De producirse, sería la primera alianza de varios partidos desde los años '60.
Según los analistas de riesgo político del Eurasia Group, la formación de gobierno probablemente requeriría mucho tiempo y podría resultar en una coalición débil que determinaría la política de la UE en un momento crítico para el bloque, ha consignado Reuters.
Rutte, que espera que la recuperación económica holandesa sirva de base para su victoria, ha insistido en que no aceptará al PVV como socio de coalición ni confiará en Wilders para apoyar un gobierno en minoría, tal y como ocurrió entre 2010 y 2012. El primer ministro ha acusado a Wilders de traición por retirar su apoyo y generar una crisis política en un momento de profundos problemas económicos".
Wilders se presenta como víctima del islam
Wilders pasó parte de su adolescencia en un 'kibbutz' israelí y entró en política en 1990. Tras trabajar en una aseguradora de salud y como especialista en política social, comenzó a asesorar a los liberales para tratar de reducir las prestaciones por desempleo en Países Bajos. Sin embargo, el punto de inflexión no llegaría hasta 2004, cuando la Policía llegó a su casa para llevarle a él y a su esposa a un lugar seguro. El cineasta Theo van Gogh había sido tiroteado, apuñalado y casi decapitado a manos de un islamista ese mismo día y el político ultraderechista figuraba como potencial objetivo.
Desde entonces, ha pasado casi 13 años bajo amplias medidas de seguridad y ha reforzado una visión crítica hacia la inmigración y, en particular, hacia el islam. Wilders aboga por frenar la entrada de musulmanes, cerrar las mezquitas y prohibir el Corán, un texto sagrado que ha llegado a equiparar al 'Mein Kampf' de Adolf Hilter.
Wilders no ha dudado en entremezclar su situación personal con la política para dejar claro cuál es su mensaje y proclamarse víctima de un sistema que quiere cambiar. La formación que fundó en 2006, el PVV, ha ganado adeptos al mismo ritmo que ha crecido la popularidad de su líder, arropado por una ola de populismo que también ha echado raíces en otros países de Europa.
Ferviente defensor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y estrecho aliado de la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, Wilders llega este miércoles a sus elecciones más importantes, en las que por primera vez parte con opciones de convertir a su partido en el grupo con mayor representación en el Parlamento holandés.
No parece haberle pasado factura la condena que recibió en diciembre por discriminación por incitar a sus seguidores a corear que querían menos marroquíes en Países Bajos. De hecho, hace apenas unas semanas repitió su llamamiento para actuar contra la "basura marroquí".